Es la rama de la medicina que se ocupa de promover la salud del globo y los anexos oculares, así como el estudio clínico, el diagnóstico, el tratamiento y la investigación de sus enfermedades.  

Patologías

Las enfermedades más comunes que afectan al ojo son:

• Conjuntivitis u ojo rojo: se trata de una infección o una alergia que irritan a la conjuntiva, y enrojecen e inflaman los ojos, haciéndoles segregar una sustancia pegajosa. Puede tener tres causas: vírica, bacteriana o alérgica.
• Retinopatía diabética: se trata de una complicación de la diabetes, a causa del daño que se produce en los vasos sanguíneos de la retina. Sus principales síntomas son: visión doble o borrosa, máculas que dificultan la visión, dolor o presión o visión en túnel.
• Errores de refracción: se trata de alteraciones de la curvatura normal del ojo, que alteran la visión, que provocan visión borrosa o doble, dolores de cabeza, etc. Se trata de patologías que pueden solucionarse con el uso de lentes o cirugía, como: miopía, hipermetropía, astigmatismo, o presbicia, comúnmente conocida como vista cansada.
• Cataratas: se producen por la opacidad del cristalino; son frecuentes en las personas mayores. Pueden afectar a uno o ambos ojos, aunque no se contagian. Sus síntomas pueden ser: visión borrosa, colores desvaídos, visión intensa de las luces, dificultad para ver de noche, etc.
• Trastornos del nervio óptico: el principal trastorno es el glaucoma, que ocurre cuando la presión del líquido intraocular aumenta y daña el nervio óptico. Si no se diagnostica a tiempo, se puede perder la visión periférica, dando la sensación de que se mira a través de un catalejo. Puede causar ceguera y es más frecuente en mayores de 60 años y en personas con antecedentes familiares.
       

Pruebas diagnósticas

Las pruebas que su médico puede solicitar para diagnosticar una enfermedad oftalmológica son, entre otras:

• Exploración oftalmológica completa: incluye una amplia batería de pruebas que permiten hacer una valoración exhaustiva de la salud ocular. Se realiza una entrevista clínica y una revisión de la historia clínica, a fin de identificar posibles causas o factores de riesgo. Asimismo, se le hacen al paciente otras pruebas para valorar la agudeza visual, constatar la visión en 3D, revisar el funcionamiento de los músculos oculares, etc.
• Analítica completa con coagulación, perfil hepático, renal y lipídico: con el objetivo de investigar posibles factores de riesgo ocular y descartar alteraciones.
• Estudio de la glucemia y VSG/PCR: se realiza en pacientes en los que hay sospecha de una neuritis óptica isquémica arterítica, una inflamación de las arterias del nervio óptico.
• Tonometría: esta prueba permite medir la tensión y la presión ocular. Con esta prueba se puede diagnosticar el glaucoma. Se anestesia la superficie del ojo con gotas oftálmicas. Para realizarla se anestesia la superficie del ojo, y se tinta de color naranja. Después, su médico le analizará usando una lámpara especial, llamada “de hendidura”.
• Cámara anterior, fondo de ojo u oftalmoscopia: se trata de un análisis exhaustivo del área posterior del ojo (retina, disco óptimo, coroides, mácula y vasos sanguíneos). Se realiza de dos formas: con un oftalmoscopio con el que se puede observar directamente el fondo de ojo; o con una lámpara de hendidura que ofrece al profesional una visión en 3D del ojo. Esta prueba permite diagnosticar en fases muy tempranas enfermedades como: retinopatía diabética, la degeneración ocular asociada a la edad, la degeneración macular o el melanoma de ojo.
• Otras exploraciones complementarias: electrocardiograma, análisis del campo visual, tomografía axial computarizada o doppler carotídeo (ante sospecha de un proceso central), exploración neurológica de pares craneales, ptosis palpebral, tinción con fluorescencia, o serología vírica y bacteriana en caso de sospecha e enfermedad infecciosa de base.
   

 Tratamiento / Técnicas

Los principales tratamientos que se utilizan para curar las patologías oftalmológicas están orientados a reducir o solucionar sus causas, y son:

• Medidas higiénico-dietéticas: incluyen recomendaciones de hábitos de vida saludable, orientados a atenuar posibles factores de riesgo de las enfermedades oculares (no abusar del uso de pantallas –móviles, ordenadores, etc.-, evitar forzar la vista –no leer con poca luz- y evitar la fatiga ocular, realizando pausas durante el trabajo; incluir en la dieta vegetales, sobre todo verduras amarillas y de hojas verdes, aumentar el consumo de pescado rico en ácidos grasos omega-3 (salmón, atún o fletán); evitar el tabaco; proteger la vista del sol con gafas de sol homologadas
• Medicamentos: incluyen una amplia gama de fármacos cuyo objetivo es reducir las causas que producen las alteraciones oculares. Pueden ser: corticoides, antihipertensivos, antibióticos tópicos, etc.
• Cirugía: los avances en el campo de la cirugía ocular, sobre todo con las técnicas de láser, permiten tratar de forma definitiva una amplia gama de patologías oculares. La cirugía refractiva, que se hace con láser o con implantes de lentes, trata alteraciones de refracción como miopía, hipermetropía y astigmatismo.
• Fisioterapia ocular: en algunas alteraciones oculares se puede recurrir a métodos de rehabilitación visual y tratamiento de las alteraciones oculares (ojo vago, anomalías musculares, etc.). Permite además mejorar la visión, así como estimular o relajar el sistema de enfoque.
       

En los Centros Médicos Milenium de Sanitas puedes consultar con un especialista en oftalmología si presenta algunos de los síntomas descritos o padece alguna de las enfermedades descritas. Nuestros especialistas le harán todas las pruebas diagnósticas necesarias para definir el tratamiento más adecuado y realizarán el seguimiento evolutivo de la enfermedad.