Curetajes

El éxito de este tratamiento radica en un buen diagnóstico periodontal que se compone de una serie radiográfica de toda la boca y un periodontograma que registra de manera específica el estado de cada diente y la encía que lo soporta. De acuerdo a este estudio se procede a eliminar toda la placa bacteriana (biofilm) que ha proliferado por debajo de las encías y que constituye la causa de la afectación. Una monitorización constante y una higiene adaptada en casa serán la clave de su mantenimiento.

1. Fase 1

   Se efectúa una limpieza bucal en profundidad, para eliminar la placa y los depósitos de sarro de los dientes y la línea de la encía.

2. Fase 2

   Se realizan los llamados curetajes con un instrumento denominado cureta (que eliminan el sarro y las colonias bacterianas). Al ser un tratamiento más invasivo, generalmente se realiza con anestesia local en dos sesiones de unos 30 a 45 minutos cada una.

La limpieza dental y el curetaje son tratamientos dirigidos a eliminar el sarro y la placa bacteriana acumulada. Sin embargo, existe una gran diferencia:

• La limpieza es un tratamiento preventivo que elimina el sarro y bacterias acumuladas en la parte visible del diente por encima de la encía.
• El curetaje es un tratamiento correctivo que tiene como objetivo eliminar el sarro y palca bacteria acumulado debajo de la línea de la encía y que está produciendo un enfermedad periodontal.

El curetaje es un tratamiento que se realiza para eliminar el sarro o placas bacterianas que se encuentran acumuladas entre la encía y el diente. Las enfermedades periodontales producen infección, hinchazón y sensibilidad de la zona que dependerá de la gravedad de la enfermedad. Por lo general, si la infección se ha cogido a tiempo el curetaje puede ser realizado sin anestesia, pero si está más avanzado, la zona es mucho más sensible por lo que se usa anestesia para poder limpiar de una forma más profunda la encía y evitar cualquier molestia al paciente.

El curetaje es un tratamiento dirigido a eliminar la placa bacteriana y sarro acumulado en las bolsas periodontales. Las enfermedades periodontales, en sus inicios, son asintomáticas, es decir, no producen dolor, ni signo visible que las diferencie por lo que solo las visitas regulares al dentista pueden detectarla.

Sin embargo, cuando la enfermedad periodontal avanza se produce hinchazón y enrojecimiento de las encías, sensibilidad tanto de la o las piezas dentales como de la encía, sangrado de la zona de manera constante y ya en una fase más avanzada de la enfermedad puede producirse movimiento de los dientes, retraimiento de la encía y pérdida de las piezas dentales afectadas.

Las enfermedades periodontales pueden producirse por diversos factores como predisposición genética, enfermedades que afectan a las encías como la diabetes, el SIDA o el cáncer, el consumo de algunos medicamentos o cambios hormonales. Pero el principal factor que puede producir una enfermedad periodontal es la deficiente o escasa higiene dental. Para prevenir enfermedades periodontales lo mejor es:

• Mantener una correcta y adecuada higiene dental. Lavarse los dientes con el cepillo después de cada comida principal, siendo consciente de que se limpia cada diente de forma correcta. Usar hilo dental para eliminar el sarro acumulado entre dientes y utilizar colutorio después de cada limpieza.
• Acudir de forma regular al odontólogo que puede detectar a tiempo cualquier problema bucodental.
• Realizar limpiezas más profundas por el higienista de forma regular.
• Evitar alimentos ricos en azúcares que favorecen la aparición de bacterias o hábitos como el tabaco que debilitan las encías.

Tanto la gingivitis y la periodontitis son enfermedades que afectan a las encías. La diferencia entre una enfermedad y otra es la gravedad de la misma. Cuando se produce acumulación de sarro bajo las encías, esta provoca una infección que puede afectar a los tejidos que rodean el diente. La enfermedad en sus inicios es la gingivitis, apenas produce síntomas por lo que es complicado detectarla si no se acude al dentista con regularidad. Cuando la infección avanza y se agrava comienza a producir sangrado constante de las encías, inflamación o hinchazón de la zona, movimiento de las piezas dentales y retraimiento de la encía. La periodontitis es el estado más grave de la infección.

Otra de las diferencias se base en el tratamiento. Mientras que para una gingivitis un curetaje es suficiente para atajar la enfermedad, con una periodontitis es posible que se tenga que recurrir a una cirugía para realizar la limpieza a niveles más profundos y eliminar las bolsas. Si el hueso o diente está dañado se debe realizar un injerto para mantener la pieza o el hueso.

El raspado y el alisado radicular son las técnicas del curetaje utilizadas para eliminar el sarro y la placa bacteriana acumulada en las bolsas periodontales. La cureta es el instrumental que se utiliza para llevar a cabo el tratamiento. Esta tiene una cuchilla que permite raspar el sarro adherido a la zona y así eliminarlo para posteriormente pulir y alisar la raíz del diente. Este proceso favorecer que se regenere el tejido dañado y que la encía pueda pegarse de nuevo al diente y evitar la pérdida de la o las piezas.

El tiempo necesario para llevar a cabo un curetaje dental dependerá de la extensión de la zona dañado. Si la infección ha evolucionado afectando a gran parte de la boca, el profesional dividirá la misma en cuadrantes 1, 2, 3 o 4. Un cuadrante puede ser la zona inferior izquierda. Se hace de esta forma para que el proceso sea menos molesto y lleve menos tiempo, se puede hacer un cuadrante por sesión.

El curetaje es una limpieza profunda de las encías, para realizarlo el médico debe introducir dentro de la encía el instrumental adecuado y trabajar la zona. Por este motivo es posible que después del tratamiento la zona esté inflamada y enrojecida, especialmente sensible a los cambios de temperatura o de limpieza. Para evitar estos efectos secundarios, que son temporales, el médico prescribirá la medicación el dolor y la infección y aconsejará realizar la limpieza con cuidado y un cepillo suave. Pasado un tiempo, 3 o 4 meses el odontólogo deberá revisar de nuevo la zona para confirmar que la infección ha desaparecido.

El curetaje es un tratamiento correctivo dirigido a eliminar la placa bacteriana y sarro que se ha acumulado en las bolsas periodontales produciendo una infección. Es un tratamiento un poco agresivo que deja las encías y raíz del diente sensibles después de su realización. Sin embargo, con el paso del tiempo el tejido se va regenerando y sanando.

A los 3 o 4 meses es necesario acudir al dentista de nuevo para que vuelva a evaluar la zona y confirmar si no existe más infección. Si la infección no ha desaparecido totalmente, es posible que se deba realizar de nuevo el tratamiento. En esta fase los tejidos ya se han regenerado y pueden ser de nuevo sometidos a un curetaje.