Ante todo, el éxito de un implante dental se basa, además de en una técnica quirúrgica correcta, en que el material con que esté fabricado sea muy resistente y además biocampatible, de modo que no sea rechazo por el organismo y que soporte con creces la presión que sobre él ejercen las fuerzas masticatorias.
En este sentido, el titanio cumple con claridad tales expectativas, pero también plantea un problema estético importante cuando se sustituyen dientes de la línea superior y anterior de la boca, como es la posibilidad de que se produzca una retracción de las encías y, como consecuencia se pueda apreciar una línea oscura entre éstas y la corona de la prótesis o dejar expuesto parte del implante, afeando la sonrisa con un elemento metálico apreciable.
Para solucionar este problema, que puede tener un impacto psicológico significativo en el paciente, se ha investigado con diferentes materiales para sustituir al titanio: porcelana, composites, hidroxilapatita, etc. Sin embargo se ha fracasado con todos ellos, bien por no ser biocompatibles o por resultar muy frágiles y romperse con facilidad.
Sin embargo, en los últimos años estas investigaciones han permitido identificar un material no metálico que sí cumple con todos los requerimientos exigibles a un implante dental y que solucionan en parte el problema estético planteado por los de titanio. Se trata del zirconio, un material cerámico de extrema dureza y resistencia que ya se utilizaba para la fabricación de brackets, pernos o muñones para colocar tras una endodoncia y la confección de puentes y coronas dentales.
El zirconio, además de la dureza y resistencia, ofrece otras características muy ventajosas en relación con los implantes dentales:
- Es de color blanco, muy similar al de los dientes.
- Son muy biocompatibles, por lo que son mejor tolerados por la encía.
- El grado de osteointegración es igual o superior al del titanio.
- No permite la formación de placa bacteriana a su alrededor.
- Es menos alergénico que el titanio.
- Resiste muy bien los cambios de temperatura.
- No se ve afectado por el efecto corrosivo de los ácidos.
- Es muy duradero, hasta el punto de que algunos profesionales ofrecen una garantía de por vida.
Todo ello ha hecho que en la actualidad sean muchos los odontólogos que consideren que el futuro de los implantes dentales está en el zirconio, aunque aún quede por determinar su funcionalidad a largo plazo y todavía sean más caros que los implantes de titanio.