Muchas personas se refieren como “dentaduras postizas fijas” a lo que los odontólogos llaman con más propiedad prótesis fijas sobre implantes. Mediante esta técnica implantológica el paciente obtiene una prótesis dental completa fijada sobre cuatro, seis u ocho implantes dentales, que sujetan la prótesis que se coloca encima de ellos.
A diferencia de las dentaduras postizas convencionales, las prótesis completas sobre implantes se integran directamente en el hueso, por lo que no tienen problemas de ajuste. Con una “dentadura postiza fija” te olvidarás de que no tienes tus dientes naturales.
Este tipo de implantes dentales ayudan a recuperar toda la estética y funcionalidad de una boca con dientes naturales a los pacientes que han perdido todos sus dientes o que los tienen muy dañados.
Qué son las prótesis sobre implantes
Un implante dental es básicamente un tornillo, generalmente de titanio, que se coloca en el interior del hueso del maxilar o la mandíbula. Un implante cumple las funciones de la raíz natural de los dientes: absorbe los golpes que se producen en la masticación y el habla y sostiene la corona, la parte visible del diente.
Su excelente funcionalidad se debe a que, después de que se coloquen en el maxilar o en la mandíbula, el tejido óseo crece a lo largo de los surcos del “tornillo”, en un proceso que los odontólogos llaman osteointegración.
Dependiendo del estado del tejido óseo del paciente, la dentadura postiza fija puede colocarse sobre un número reducido de implantes. Gracias a su extraordinaria resistencia y precisión, se pueden sustituir las 16 piezas de una arcada con solo cuatro, seis u ocho implantes osteointegrados, en función del estado del hueso del paciente. Normalmente, cuanto más avanzada la edad, más implantes son necesarios: por eso las rehabilitaciones completas suelen hacerse sobre ocho “tornillos” osteointegrados.
Después de la intervención quirúrgica para colocar los implantes en el hueso, es necesario que tanto los tejidos óseos como los de la encías se sanen en y cicatricen. Este proceso puede llevar entre 10 y 12 semanas hasta la colocación de la dentadura postiza fija, que puede estar confeccionada en metal-cerámica o zirconio, si se desea la mejor estética posible.
Ventajas de las dentaduras postizas fijas
El rasgo principal de los implantes dentales es su integración en el hueso, y esta característica es la que les otorga numerosas ventajas sobre las prótesis dentales removibles: las dentaduras postizas de toda la vida.
Una dentadura postiza se adhiere a los tejidos blandos de la encía y a pesar de que se pueda conseguir una adherencia bastante buena, los problemas de ajuste suelen ser constantes para las personas que optan por ellas.
Aunque los implantes dentales requieren extremar la higiene bucodental para que no surjan complicaciones, muchos pacientes acaban olvidándose de que no son sus dientes naturales, porque se mantienen siempre fijos. No sienten incomodidades en el paladar, no se despegan y les permiten reír, hablar, comer con toda tranquilidad y confianza. La experiencia es prácticamente igual a tener una dentadura natural.
Si tienes dudas de cuál es el mejor tratamiento en tu caso y qué dentadura en la mejor para ti, te recomendamos que consultes con tu dentista de confianza. Juntos encontraréis la mejor solución para tu problema.