La gingivitis ulceronecrotizante aguda (GUNA) es una enfermedad de las encías que aparece de forma rápida (aguda), con mayor frecuencia en jóvenes de edades superiores a los 20 años, y que afecta a las estructuras gingivales más profundas.
Su aparición está condicionada por dos factores fundamentales: sufrir alguna enfermedad inmunodepresora (como una leucemia o una infección por VIH, entre otras) o haber perdido la resistencia a determinadas bacterias que habitan habitualmente en la boca (espiroquetas o bacilos fusiformes). Sin embargo, cabe hablar también de otros factores que contribuyen a desencadenar la enfermedad:
- Una deficiente higiene oral con alta presencia de sarro.
- Sufrir una gingivitis.
- Ser fumador, ya que el humo del tabaco altera la flora bacteriana de la boca.
- Estar en un estado de malnutrición, lo que contribuye a debilitar las defensas del organismo a las infecciones.
Síntomas de la GUNA
Como cualquier enfermedad gingival, la GUNA es de origen infeccioso, si bien cursa como una enfermedad inflamatoria que, además, tiene asociados otros síntomas:
- Dolor.
- Mal aliento.
- Ulceración del tejido papilar y de los bordes de las encías.
- Necrosis de la encía en los espacios interproximales (entre dientes consecutivos).
- Formación de una especie de membrana blanquecina sobre la encía, que está formada por restos de tejido muerto, fibrina, bacterias leucocitos y eritrocitos.
- Sangrado al tratar de eliminar esta pseudomembrana.
- Ocasionalmente puede producirse una inflamación de los ganglios, fiebre y sensación de decaimiento general.
Tratamiento de la GUNA
El objetivo terapéutico en relación a la GUNA debe ser evitar que la necrosis del tejido gingival se extienda y, al mismo tiempo, eliminar la placa bacteriana y el exceso de microorganismos que la causan. De ahí que el tratamiento implique por un lado el uso de colutorio con clorhexidina al menos dos veces al día durante una semana y, siempre que no exista la sospecha de que se haya podido producir una infección sistémica, la realización de un curetaje y alisado radicular. Asimismo, el odontólogo deberá determinar la conveniencia o no de un tratamiento antibiótico por vía oral.
El paciente deberá ser sometido a un seguimiento posterior con el fin de comprobar la evolución de la GUNA. Lo normal es que a los dos meses ya no se pueda apreciar la pseudomembrana que se forma en las encías con esta enfermedad, aunque pueda persistir el enrojecimiento del borde las encías. Durante este tiempo se recomienda evitar completamente el tabaco y el consumo de alcohol.