El curetaje es un tratamiento odontológico dirigido a eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulado en la bolsa periodontal. Este tipo de tratamiento se utiliza cuando aparecen las enfermedades periodontales, gingivitis o periodontitis. Esta no es una simple limpieza que previene enfermedades, sino un tratamiento correctivo por la aparición de problemas bucodentales más graves.
Las enfermedades periodontales no producen síntomas en sus inicios por lo que, en muchas ocasiones, cuando se aplica un curetaje la acumulación de sarro y placa debajo de las encías puede ser grave pudiendo producir daños irreversibles en la zona. Por este motivo se realiza una limpieza profunda de la zona afectada que en algunas ocasiones debe realizarse bajo anestesia para evitar mayor molestia al paciente.
Para llevar a cabo este tratamiento es necesario utilizar un instrumental específico llamado cureta. Es necesario levanta la encía e introducir la cureta que con una cuchilla eliminará el sarro que se encuentra en la bolsa periodontal, separando el tejido dañado. Posteriormente, se pulirá la raíz del diente y se alisará la zona para favorecer que la encía vuelva a adherirse al diente y conservar la pieza, siempre que sea posible.
La profundidad del raspado dependerá de la gravedad de la infección. Después de este proceso y durante un tiempo la zona tratada quedará sensible e inflamada, incluso podrá sangrar, pero estos son efectos secundarios que desaparecerán con el tiempo. El médico prescribirá calmantes y antibióticos para poder complementar el tratamiento y ayudar a la mejora de la encía y desaparición de la infección. El tejido raspado poco a poco se irá regenerando y pegando de nuevo a los dientes.
Pasado un tiempo, unos 3 o 4 meses, se deberá acudir de nuevo a la consulta del odontólogo para que pueda volver a evaluar la zona y confirmar si la infección ha desaparecido. Si esta sigue existiendo se puede volver a repetir el tratamiento.
Las enfermedades periodontales si no se tratan a tiempo pueden llegar a producir la pérdida de las piezas dentales, de la estructura ósea que sostiene el diente y provocar el retraimiento de la encía. Enfermedades graves que pueden afectar a la vida del paciente. El curetaje permite detener la infección evitando daños estructurales irreversibles.
La mejor solución para los problemas bucodentales es tener una higiene dental correcta y constante. Además, acudir periódicamente a las revisiones del dentista y las limpiezas del higienista.