Los traumatismos que afectan a la boca, tanto en parte externa como interna, pueden ocasionar lesiones en los dientes, el periodonto (tejidos de sostén), la mucosa oral, los huesos maxilares y los labios. Este tipo de traumatismos se pueden producir a cualquier edad a causa de caídas, accidentes laborales o de tráfico, golpes recibido mientras se practica algún deporte, etc.
Sin embargo, lo más frecuente es que se produzcan en niños, especialmente en aquellos de edades comprendidas entre los 8 y 10 años; tanto es así que representan la segunda causa de consulta con el odontólogo y el primero de las emergencias odontológicas infantiles.
Tejidos dentarios
Los dientes más afectados por lesiones causadas por traumatismo son los incisivos centrales y laterales superiores y los incisivos centrales inferiores.
- Fracturas de la corona: son las lesiones más frecuentes, pudiendo afectar al esmalte, la dentina e incluso la pulpa. El tratamiento depende del grado de profundidad y de si la pulpa queda o no expuesta y si se trata de dientes de leche o permanentes.
- Fracturas corono-radiculares: afectan a la corona (esmalte y dentina) y la raíz (periodonto y cemento), y en muchos casos a la pulpa.
- Fracturas radiculares: comprometen la raíz del diente, la dentina y la pulpa. Si el traumatismo que la produce es perpendicular al diente (horizontales) se inflama el tejido de sostén (periodonto) del diente. También pueden producirse dibujando una línea vertical de fractura como consecuencia de la masticación de alimentos duros, de una endodoncia u otros procedimientos odontológicos.
Tejidos de sostén
Básicamente pueden producirse dos tipos de lesiones en los tejidos de sostén de los dientes:
- Subluxaciones: afectan al ligamento periodontal y el tejido vasculo-nervioso que nutre e inerva el diente. Hacen que el diente afectado pueda moverse ligeramente.
- Luxaciones: también afectan al ligamento periodontal y el tejido vasculo-nervioso, pero en este caso causan el desplazamiento del diente; bien hacia el exterior del alveolo (luxación extrusiva), o la corona hacia el interior de la boca u la raíz en el sentido contrario (luxación lateral), o hacia el interior del alveolo (luxación intrusiva). En algunos casos se puede ver afectado el hueso alveolar.
Asimismo, cuando se produce la avulsión o caída del diente que recibe el traumatismo, se producen lesiones en la inserción gingival o de la encía, el ligamento periodontal, el tejido vasculo-nervioso y en ocasiones el hueso alveolar.