Los datos disponibles evidencian que las visitas al odontólogo aumentan después de las fiestas navideñas. Los motivos: reparar daños en dientes, prótesis y ortodoncias, además de una limpieza con la que eliminar los excesos de las celebraciones. Parece, pues, que la Navidad se presenta como un factor de riesgo para la salud bucodental.
Y lo cierto es que hay varios factores en la alimentación tradicional de estas fiestas que avalan esta posibilidad:
- Dulces: se comen mucho más de lo habitual y en algunos casos, como los mazapanes y turrones con un elevadísimo contenido en azúcar. La caries y la sensibilidad dental están más cerca que nunca.
- Turrones: además de dulces, algunos de ellos son duros y al morderlos se pueden producir daños en las piezas dentales, los brackets o las dentaduras postizas.
- Alcohol, cafeína, grasas y alimentos especiados: pueden provocar halitosis, además de producir manchas en los dientes.
- Mariscos: algunos de ellos son muy duros y es fácil que se produzcan accidentes al morderlos y puedan dañar la ortodoncia, los dientes o las prótesis.
Pero no sólo son los alimentos tradicionales navideños los que pueden causar problemas. Las fiestas relajan la atención, se alteran los horarios y con ellos las rutinas, como el mantenimiento de una adecuada higiene dental, lo que hace que los dientes sufran más de la cuenta. Se come mucho entre horas y a menudo fuera de casa, lo que dificulta el cepillado de dientes después de cada comida.
Además, en ocasiones éste se realiza deprisa y corriendo o se sustituye con un enjuagado. Tampoco se hace uso del hilo dental, lo que facilita que los restos de comida se acumulen en los espacios interdentales favoreciendo el incremento de la placa bacteriana.
Otro peligro deriva de los tratamientos dentales que se están siguiendo. Las fiestas navideñas incitan a suspenderlos antes de tiempo o al menos al no cumplirlos con la continuidad indicada. Incluso llegan a abandonarse. En el caso, por ejemplo, de necesitar tratamientos para la reparación de daños dentales, el dejarlo para después de las fiestas puede agravar el problema y las probabilidades incluso de sufrir dolor, sensibilidad dental u otros problemas, que llevan a la automedicación con antiinflamatorios o antibióticos sin la prescripción adecuada.
La previsión es el mejor modo de evitar todos estos problemas una revisión periódica de la salud bucodental en la consulta del odontólogo es la mejor manera de llegar a las fiestas navideñas con una dentadura sana. No descuidar la higiene dental y utilizar convenientemente los dientes a la hora de comer son también actitudes indispensables para mantenerla sin daños.