Ante la rotura de un diente lo primero que hay que hacer es ir a la consulta del odontólogo con el fin de que valore el daño causado e indique cuál es la técnica de reparación indicada. Además se adoptarán las medidas necesarias para prevenir posibles infecciones u otros problemas de la boca (por ejemplo la lengua) que puedan derivarse de la rotura del diente.
Mientras tanto, se deberá utilizar antiinflmatorios o analgésicos en caso de que se produzca dolor y a la hora de comer habrá que evitar masticar con el diente dañado o ingerir alimentos blandos.
Si la rotura es pequeña caben dos opciones. Una es rellenar la zona dañada con una resina especial a la que se dota del mismo color del diente. La otra, si la rotura se ha producido en la parte frontal del diente, es colocar una carilla dental cubriendo así la zona dañada.
Cuando el daño causado al diente por la rotura es grande, la solución al problema dependerá de si se ha producido o no algún daño en la raíz. En general se coloca una corona dental para restaurar la forma del diente (conservar su completa funcionalidad) y devolverle su aspecto normal (en este caso la corona deberá ser de porcelana o resina).
Si la raíz del diente ha resultado dañada habrá que realizar una endodoncia antes de colocar la corona, aunque en algunos casos puede ser necesaria la extracción completa del diente y la colocación de un implante dental.