Si la risa es terapéutica, la sonrisa no lo es menos. Sonreír es sano incluso cuando no hay motivos para hacerlo y hacer el esfuerzo de recuperar recuerdos agradables que le dibujen a uno la sonrisa es la mejor manera de ahuyentar el enfado, la tensión o la agresividad.
Pensando en los beneficios para la salud, sonreír es algo más que realizar un movimiento muscular para colocar en el rostro una expresión concreta. Ese simple movimiento gestual desencadena en el organismo una serie de mecanismos que inciden de forma positiva en la salud:
- Reduce el estrés: la sonrisa, y en mayor medida la risa, permite controlar la elevada secreción de cortisol y adrenalina que induce el estrés, entre otras muchas. Sonreír tiene un efecto relajante en situaciones estresantes, inesperadas o dolorosas, lo que no sólo ayuda a afrontar mejor esos momentos, sino que transmite tranquilidad a los demás.
- Se dinamizan los principales órganos del cuerpo: la descarga hormonal que genera la risa estimula tanto al cerebro, como al corazón y los pulmones.
- Mejora la respuesta inmune: la tensión, la rabia, la tristeza o el estrés generan un exceso de hormonas que pueden llegar a limitar la capacidad de reacción del sistema inmunológico, franqueando el paso a la posibilidad de una infección u otras enfermedades. Sonreír, sin embargo, mejora la actividad de las células NK, que modulan la función del sistema inmunológico.
- Ayuda a calmar el dolor: con la risa se liberan endorfinas y éstas contribuyen a modular al dolor y a tener una mejor tolerancia al mismo.
- Ayuda a controlar la salud cardiovascular: reír, sonreír, reduce la presión arterial y activa la circulación sanguínea, aumentando la oxigenación de la sangre.
- Modera los niveles de glucosa en sangre: se han hecho estudios en este sentido. Y se ha comprobado que aun diabético después de una comida, si ríe, no le aumenta la tasa de glucosa en sangre (glucosa postprandial) y además ve reducida su presión arterial.
- La risa es ejercicio físico: 15 minutos de bicicleta estática equivales producen el mismo gasto energético que 100 episodios de risa. Y, además, riendo se descongestionan las vías respiratorias.
- Estimula el cuidado de la salud dental: los dientes son parte importante de la configuración de una sonrisa agradable. Por eso las personas que sonríen habitualmente se preocupan por mantener una adecuada higiene dental y cuidar la salud oral. Quieren poder reír sin defectos.
- Sonreír aparca las emociones negativas: el miedo, la agresividad, la rabia son emociones que se combaten con la risa. Con ésta, las situaciones de tensión, de emociones dolorosas se apaciguan y dan paso a la calma.
- Mejora la confianza y las habilidades sociales: una persona que lleva la sonrisa puesta se comunica y se relaciona mejor, probablemente porque sonreír le proporciona la confianza en sí misma para interactuar con los demás. Asimismo, las personas se sienten cómodas ante aquéllas que sonríen.