Para explicar con exactitud qué es la placa bacteriana conviene saber que casi desde el mismo momento de nacer empiezan a aparecer en la boca gran cantidad de diferentes microorganismos que en mayor o menor cantidad estarán presentes a lo largo de toda la vida.
Por otra parte, a partir de las proteínas contenidas en la saliva se forma sobre los dientes una capa invisible a la que se denomina película adquirida y sobre la que se depositan diferentes especies de bacterias. El resultado es lo que se conoce como placa bacteriana.
Las bacterias están unidas entre sí por un complejo mecanismo, formado por componentes proteicos e hidratos de carbono, concretamente azúcares procedentes de los alimentos. Estos, además de unir las bacterias entre sí, sirven para alimentarlas. La placa bacteriana está adherida a los dientes y no basta con enjuagarse la boca para eliminarla, sino que es necesario cepillar la totalidad de la superficie dental y los espacios interdentales para eliminarla.
La falta de higiene bucal hace que la placa bacteriana, inicialmente invisible, se vaya engrosando poco a poco y además suele calcificarse al entrar en contacto con las sales cálcicas contenidas en los alimentos y en la propia saliva. De este modo se forma el sarro, al que los odontólogos también llaman cálculo dental o tártaro.
Tipos de bacterias
Las bacterias que configuran la placa bacteriana son diferentes especies, pero es importante saber que dependiendo de cuál sea la que predomine su actividad sobre los dientes y las encías tendrá diferentes resultados:
- Caries: si predominan bacterias que al metabolizar los azúcares producen ácidos (ácido láctico) cuyo vertido sobre la superficie de los dientes puede el proceso de formación de caries.
- Enfermedad periodontal: si, por el contrario, las baceterias dominantes son aquellas que al metabolizar los azúcares producen sustancias básicas, éstas pueden causar la inflamación y posterior destrucción del periodonto, lo que se conoce como enfermedad periodontal.
- Placa inocua: se caracteriza porque hay muy pocas bacterias, de tal modo que la placa bacteriana no tiene capacidad para agredir o lesionar los dientes y el periodonto. En este caso, incluso con una deficiente higiene bucal pueden no producirse ni caries no enfermedad periodontal.