El dentífrico que se utiliza es una parte esencial de una correcta higiene dental, pero en función de cuál sea su composición puede tener una función terapéutica o preventiva. De ahí que sean muy numerosos los tipos de pasta de dientes que se pueden encontrar en las estanterías de los supermercados, las parafarmacias y las farmacias.
La cuestión es cómo elegir el más adecuado para nosotros entre tanta variedad. La mejor respuesta a esta pregunta es pedir consejo al odontólogo, que hará su recomendación en función del estado de salud bucodental, estableciendo las correspondientes prioridades.
Tipos de pasta de dientes
Otra premisa importante s ser conscientes de que los dentífricos no hacen milagros y que muchas veces su publicidad promete más de lo que aportan realmente. No obstante, hay que diferenciar las pastas de dientes en función de los beneficios que aportan en función de si nuestra boca está sana o presenta algún tipo de problema:
- Anticaries: suelen contener flúor, para reforzar el diente y remineralizarlo.
- Gingivitis: ante la existencia de una inflamación de las encías parte del tratamiento puede ser el uso de un dentífrico que contenga triclosán, una sustancia conocida por su actividad antiséptica.
- Periodontitis: se utilizan pastas con clorhexidina, aunque no debe hacerse de forma prolongada, ya que puede ocasionar la aparición de manchas negras en los dientes. Estos dentífricos también se pueden recomendar tras la extracción de una pieza dental o una intervención quirúrgica en la cavidad oral.
- Ortodoncia: hay pastas especiales para personas que están siguiendo un tratamiento de ortodoncia y que ayudan a proteger el esmalte y las encías de la acción de los aparatos de ortodoncia, además de tener un efecto calmante sobre las propias encías.
Pero además de éstas hay otras pastas de dientes que cumplen con diferentes objetivos:
- Blanqueantes: su objetivo es eliminar las manchas de los dientes y mantenerlos blancos. El problema es que contienen peróxido de carbamida y desarrolla su acción blanqueante valiéndose del efecto abrasivo del bicarbonato sódico y sílice hidratada, por lo que contribuyen a desgastar el esmalte dental.
- Desensibilizantes: el deterioro del esmalte dental y la retracción de las encías dejan la dentina al descubierto, de modo que los dientes pueden reaccionar con dolor ante los cambios de temperatura y la presencia de azúcares. Estas pastas sellan la dentina para proteger las terminaciones nerviosas que producen el dolor.
Dentífricos infantiles
Los niños no deben utilizar las mismas pastas de dientes que los adultos, entre otras razones porque en la suya la concentración de flúor ha de ser muy inferior a las que se encuentran en un dentífrico para adultos. Deben utilizar este tipo de pasta hasta los doce años de edad.