El esmalte, por su dureza, es la defensa más importante que tiene el diente frente a la actividad bacteriana y, como consecuencia, a la formación de caries. Sin embargo hay otros factores que contribuyen a su debilitamiento o pérdida de grosor. Y el problema es que cuando éste se puede apreciar a simple vista es que el deterioro ya está muy avanzado.
¿Cómo se puede mantener la integridad del esmalte o fortalecerlo? No hay ningún medicamento o producto que permita regenerar el esmalte, por lo que los odontólogos realizan una serie de recomendaciones con este objetivo:
- Correcta higiene bucodental: es la medida más importante, pues se centra en la eliminación de la placa bacteriana y de los restos de comida que pueden favorecer su proliferación. Hay que hacerlo después de cada comida, incluso cuando se ingiere algún alimento a deshoras, con la técnica adecuada y dedicando el tiempo necesario. Pero sin que sea excesiva. Además del cepillado hay que utilizar el hilo dental para limpiar bien los espacios interdentales. También hay que cepillar la lengua. No utilizar pastas que contengan productos abrasivos (bicarbonato) y utilizar sólo los colutorios recomendados por el odontólogo.
- No a los azúcares: el azúcar y en general los hidratos de carbono que la saliva transforma en azúcares son el principal enemigo del esmalte dental, ya que potencian la colonización bacteriana y su primer ataque se realiza directamente sobre el esmalte, sin que sus efectos puedan percibirse a simple vista, salvo que el deterioro esté ya en una fase muy avanzada. Si se toman dulces, lo mejor es limpiarse los dientes inmediatamente después.
- Evitar los alimentos ácidos y las bebidas carbonatadas: los alimentos ácidos, como los cítricos o el vinagre, y las bebidas carbonatadas son una agresión al esmalte dental. Mejor no tomar alimentos ácidos, pero si se hace hay que neutralizarlos inmediatamente bebiendo agua o leche para minimizar el daño. El zumo de naranja, en este sentido, es mejor beberlo valiéndose de una pajita para que no entre en contacto con los dientes.
- Flúor: uno de los motivos del desgaste del esmalte dental es, con el paso del tiempo, el uso normal de los dientes en la masticación. Es en este punto en el que el flúor cobra su protagonismo, ya que permite remplazar el mineral perdido y mantener la consistencia y espesor del esmalte. El uso de dentífricos que contengan este mineral, o de colutorios fluorados una vez al día o de geles que se aplican directamente sobre los dientes son algunas de las opciones para lograr este objetivo, pero siempre siguiendo las recomendaciones del odontólogo.