Una telerradiografía de cráneo es una radiografía de la cara del paciente, realizada a mayor distancia de lo habitual: de ahí el prefijo “tele-”. Esta espacio adicional (el paciente se coloca a 2 metros de la placa) evita que la imagen se vea distorsionada por las estructuras óseas del cráneo. De esta manera se obtienen imágenes muy nítidas de los huesos de la cara y los dientes del paciente.
Las telerradiografías de cráneo pueden ser frontales (realizadas con el paciente “de cara”) o laterales (de perfil). Aunque las telerradiografías frontales son muy útiles en otros casos (para diagnosticar la sinusitis, por ejemplo) en Odontología, se utilizan sobre todo las telerradiografías laterales de cráneo.
Telerradiografías laterales o cefalometrías
Estas radiografías son una parte fundamental de los estudios de ortodoncia, ya que permiten medir los ángulos y proporciones de los huesos de la cara del paciente y de este modo conocer la relación entre sus estructuras faciales. Por ello, las telerradiografías también reciben el nombre de cefalometrías, y a partir de ellas se elaboran lo que se conocen como estudios cefalométricos.
¿Qué es un estudio cefalométrico?
Con un estudio cefalométrico es posible conocer la relación entre el maxilar y la mandíbula, la de estos con el resto de huesos del cráneo, la posición de los dientes en los huesos, entre otros aspectos vitales a la hora de planificar una ortodoncia.
Existen dos estándares para la realización de estos estudios: el de Ricketts y el de Steiner: no hay un consenso claro en la comunidad odontológica y los ortodoncistas pueden escoger entre uno u otro.
A partir de los datos cefalométricos, los ortodoncistas obtienen información muy valiosa para establecer el diagnóstico, el plan de tratamiento y el pronóstico de sus pacientes. Junto con los demás componentes de un estudio de ortodoncia (estudio fotográfico y de modelos y la radiografía panorámica u ortopantomografía) son un método auxiliar para el diagnóstico de problemas de oclusión (como el prognatismo o el retrognatismo) y las malformaciones craneofaciales.
Como toda prueba radiológica, las telerradiografías están desaconsejadas para mujeres embarazadas, porque los rayos X pueden dañar al feto.