La ortodoncia infantil es uno de los tratamientos odontológicos que más preocupa a los padres.
Quieren la mejor estética y el alineamiento de los dientes para sus hijos, pero habitualmente la ortodoncia se percibe como un tratamiento largo y tedioso.
Este es uno de los motivos más importantes, por el que la ortodoncia invisible ha cobrado una aceptación tan amplia, tanto si se aplica en la edad adulta como a cualquier otra edad.
Cómo funciona la ortodoncia invisible
La ortodoncia invisible es una técnica de ortodoncia estética que aprovecha la innovación y digitalización, para obtener máximas ventajas en su desarrollo.
El tratamiento se inicia con un modelado en 3D de los dientes del paciente, que permite ver los resultados que se van a obtener con el tratamiento antes de iniciar todo el proceso.
Se desarrolla mediante alineadores a medida, de tipo invisible y cómodos para el paciente. De hecho, pueden quitarse para comer, limpiarlos fácilmente y volver a utilizarlos. Esta es una de las grandes diferencias respecto a otros tipos de ortodoncia y una ventaja potencial, por la que muchos pacientes prefieren este tratamiento.
Cada 15 días, estos alineadores son sustituidos por unos nuevos, para ir adaptándose a la nueva posición de los dientes.
Ortodoncia invisible para niños
La ortodoncia invisible es perfectamente aplicable en los pacientes más pequeños, pudiéndose realizar a partir de los 6 o de los 7 años, cuando el niño empieza a desarrollar su dentadura definitiva.
De hecho, se puede adaptar de forma personalizada, incluso pensando en las necesidades específicas de la dentición mixta, que es la presencia tanto de dientes de leche como de dientes definitivos al mismo tiempo. El tratamiento tiene en cuenta el desarrollo constante de los dientes de los más pequeños y se adapta a su proceso de crecimiento. De esta forma, cuando hayan salido todos sus dientes definitivos, el niño disfrutará de una funcionalidad, un alineamiento y una estética dental óptima.
Ventajas de la ortodoncia invisible en niños
- Mayor comodidad, evita llagas o úlceras: con este tratamiento el niño se sentirá mucho más cómodo que con los clásicos brackets, estamos ante un tratamiento que reduce notablemente las molestas úlceras y llagas que en ocasiones producen otras técnicas de ortodoncia.
- Facilita la higiene: al poder retirarse en momentos puntuales, la ortodoncia invisible facilita la higiene habitual del niño durante el tratamiento.
- No hay limitaciones alimentarias: el niño se retira las férulas para comer, con lo que las clásicas restricciones en su dieta de otro tipo de ortodoncia pierden sentido, haciendo más llevadero el tratamiento.
- Menor impacto estético: aunque en niños la estética no tiene tanto peso, la personalidad y autoestima en estas edades está en pleno desarrollo, por ello un tratamiento con menor impacto estético presenta ventajas frente a los clásicos brackets.
- Menor impacto a la hora de hablar: las férulas de la ortodoncia invisible apenas son perceptibles en boca, por ello evitaremos las molestias limitaciones a la hora de expresarse de forma oral durante el tratamiento.
- Protección frente a golpes: al colocar las férulas delante de los dientes del niño, estos estarán más protegidos frente a posibles golpes o impactos inesperados.
Ortopedia u Ortodoncia interceptiva
Es posible, que antes de llevar a cabo un tratamiento de ortodoncia invisible tu hijo deba realizarse un tratamiento de ortopedia u ortodoncia interceptiva en una edad más temprana.
La ortopedia se vale de aparatos removibles que corrigen la función respiratoria, masticatoria, de deglución etc.. facilitando un crecimiento adecuado de la boca del niño y un adecuado desarrollo óseo en el que tanto maxilar como mandíbula guardan una buena relación y evitan mal posiciones dentarias.
La ortodoncia, por su parte, coloca los dientes en una posición correcta mediante fuerzas que hacen que se desplacen los dientes para alcanzar una correcta funcionalidad al tiempo que se alcanzan mejoras estéticas.
La ortodoncia interceptiva es aquella que persigue resolver problemas de maloclusión en edades tempranas, cuando el crecimiento del niño aún no ha terminado. Este tratamiento de ortodoncia corrige la mordida del niño cuando este aún se encuentra en fase de crecimiento y sus huesos son mucho más moldeables, evitando tratamientos más complejos en la edad adulta. La ortodoncia interceptiva evita tratamientos complejos cuando la anatomía de su cráneo se haya desarrollado por completo, ya que cuando el niño alcanza la edad adulta los tratamientos para corregir algunos problemas esqueléticos de mordida son más difíciles de abordar, llegando incluso a necesitar en algunos casos pasar por el quirófano para solventarlos.