Los tratamientos de ortodoncia con máscaras faciales se usan en casos de maloclusión esquelética: aquellos que no dependen de una mala colocación de los dientes sino de la disposición de los huesos de la cara.
Este tipo de ortodoncia con máscaras metálicas se usa sobre todo en pacientes con problemas de oclusión clase III, donde el maxilar está retrasado respecto a la mandíbula, por un problema de desarrollo óseo.
Para el problema opuesto, se usan los aparatos de tiro cervical, que “tiran hacia dentro” el maxilar con una banda elástica que se coloca en la nuca.
Máscaras de protracción
La máscara facial ejerce fuerzas de presión para lograr la rotación y colocación correcta del maxilar. Su nombre técnico, “máscara de protracción” indica precisamente que estas fuerzas mecánicas entran en juego en este tipo de ortodoncia.
Las máscaras de ortodoncia son sobre todo un tratamiento para niños, que necesitan la estimulación del crecimiento de este hueso hacia delante para evitar precisamente este mismo problema de oclusión clase III cuando lleguen a adultos.
Suele recomendarse antes de los 10 o los 11 años de edad, cuando se ralentiza el crecimiento de los huesos de la cara. Una vez se ha desarrollado el maxilar por completo, el único modo de combatir un caso de maloclusión clase III es con la cirugía ortognática en combinación con tratamientos de ortodoncia.
A pesar de su aspecto aparatoso, las máscaras faciales no causan dolor especial a los niños, que además aprenden muy rápidamente a usarlas. Muchas veces, las máscaras faciales se usan en combinación con los disyuntores palatinos, unos aparatos de ortodoncia removible interceptiva que expanden el paladar del niño y preparan su boca para una ortodoncia con brackets una vez alcanza la pubertad. Estos tratamientos también son inocuos.
Cómo se colocan y cómo se usan
Una máscara facial de ortodoncia consta de un arco metálico que se ancla en los molares de la arcada superior de la boca del niño, y se fija con gomas elásticas a la parte externa del aparato. La máscara tiene unas almohadillas para la frente y la barbilla, que sirven de apoyo para el arco, que tira del maxilar hacia delante.
Este tipo de máscaras faciales en ortodoncia solo se usan para dormir y cuando el paciente se encuentra en su casa. No se recomienda practicar ningún tipo de ejercicio físico con ellas puestas.
Si se ha seguido correctamente el tratamiento, los resultados serán perceptibles en unos 12 meses. Una máscara de ortodoncia de este tipo no garantiza la solución del problema, y es muy probable que el niño deba iniciar a continuación un tratamiento con brackets.