La amalgama dental es un material que hasta no hace mucho tiempo y desde hace más de cien años se utilizaba de forma regular para la reconstrucción de dientes dañados por la caries. Se trata de una aleación de mercurio con diferentes metales, tales, como plata, oro, estaño, zinc o cobre, entre otros, lo que confiere un color metálico característico cuando las amalgamas se utilizan en el diente.
Ventajas e inconvenientes de las amalgamas
Los empastes con amalgama son especialmente útiles cuando las caries son de tamaño considerable o aquellas otras que afectan a los molares y premolares , que son los que ejercen la máxima presión durante la masticación. De hecho, la principal ventaja de las amalgamas son su dureza, resistencia y durabilidad.
Las amalgamas dentales se endurecen más rápidamente que otros materiales elaborados a base de resinas y composite por lo que resultan muy prácticos cuando el empaste debe realizarse en zonas que, como es el caso de la línea de las encías, no pueden mantenerse secas durante el procedimiento.
¿Son peligrosas las amalgamas?
Aún así, hay que decir que en la actualidad las amalgamas dentales están cayendo en desuso y no sólo por esta cuestión estética, sino por la polémica que ha generado el hecho de que el mercurio forme parte de la aleación. Hay que advertir, pese a todo, que todos los estudios demuestran que el mercurio se estabiliza completamente una vez que se produce la amalgama y es un material seguro y eficaz.
En este caso la polémica se refiere a la emisión de contaminantes de mercurio a la atmósfera que se produce en el momento de la cremación de las personas que son portadoras de este tipo de empastes, además de que los residuos que se producen en las consultas de odontologías pueden contaminar las basuras e incluso llegar al agua a través de los desagües.
Ello ha llevado a que ya se haya prohibido su utilización en Suecia, Dinamarca y Noruega y en la Unión Europea está en curso un procedimiento para extender la prohibición a todos los países miembros.