• Accidentes cerebrovasculares.
• Traumatismo cerebral.
• Parálisis cerebral.
• Enfermedades neurodegenerativas.
• Distrofia muscular.
Los trastornos de la deglución varían en intensidad y van desde una dificultad absoluta para tragar a tos o sensación de ahogo cuando los alimentos, sean sólidos o líquidos, pudiéndose quedar atascados cuando alcanzan la tráquea. Esto último es lo que los médicos denominan aspiración e impide una nutrición adecuada y como consecuencia una pérdida de peso.
En algunos casos el trastorno de la deglución se corrige total o parcialmente con cambios en la dieta. Cuando se produce aspiración es necesario recurrir a la instalación de una sonda nasogástrica para alimentar al paciente. En casos muy graves puede ser necesaria una intervención quirúrgica.