Uno de los objetivos del bypass gástrico es reducir la absorción de nutrientes a través de la mucosa intestinal. Y en determinadas circunstancias ésta puede ser un arma de doble filo. Por un lado, la mala absorción de azúcares y grasas puede favorecer la pérdida de peso al reducirse la absorción calórica.
Pero, por otro, las pequeñas dimensiones del nuevo estómago, diseñado para limitar la cantidad de alimentos que se puede ingerir, puede ocasionar que éste se vacíe demasiado rápido y que nutrientes como los azúcares simples pasen directamente al intestino, lo que puede producir una serie de síntomas específicos:
- Gastrointestinales: diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
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Vasomotores: taquicardia, sudoración, sensación de debilidad, hipoglucemia o una bajada de la presión arterial.
Estos síntomas constituyen el cuadro clínico de lo que se denomina Síndrome de Dumping y que constituye una de las posibles complicaciones del bypass gástrico. Se puede producir media hora después de comer (Síndrome de Dumping precoz) o 2 ó 3 horas más tarde (Síndrome de Dumping tardío) y su duración puede llegar a un año, remitiendo los síntomas en la mayoría de los casos de forma gradual y espontánea.
Prevención del síndrome de Dumping
Evitar el síndrome de Dumping es posible y forma parte de la reeducación alimentaria de las personas a las que se ha practicado un bypass gástrico. De hecho, seguir una serie de recomendaciones nutricionales reduce considerablemente el riesgo de que aparezca este síndrome de intolerancia alimentaria:
- Eliminar de la dieta alimentos industriales ricos en azúcares simples y grasas.
- Evitar el azúcar de mesa, bebidas azucaradas, productos de pastelería, chocolate, dulces, etc.
- No deben ingerirse alimentos ricos en azúcares simples de forma aislada, sino siempre combinados con otros tipo d alimentos: verduras, carne, pescado, etc.
- Consumir poca cantidad de alimento rico en azúcares sencillos, evitando comerlos de forma aislada sino combinados con otros alimentos.
- Si la leche de vaca sienta mal, lo mejor es sustituirla por leche sin lactosa.
- Distribuir la ingesta d alimentos en 5 ó 6 comidas diarias y siempre en pequeñas cantidades.
- Beber agua media hora antes de cada comida, en vez de hacerlo durante la misma.
- Comer despacio y masticando los alimentos hasta que estén completamente triturados.
- Reposar unos 20 minutos después de cada comida.