Aunque se habla de alergias de primavera en términos generales, este término suele referirse esencialmente a la alergia al polen o polinosis, que cada vez afecta a una mayor proporción de la población de los países desarrollados y en especial a niños. Además, este tipo de alergias se asocia muchas veces a la alergia a los ácaros.
Para estas personas la llegada de la primavera y, por tanto, del momento en que muchas plantas y árboles desarrollan la polinización supone siempre un riesgo significativo de sufrir toda una serie de síntomas que pueden abarcar desde estornudos a conjuntivitis, rinitis, dificultades respiratorias, eccemas y crisis asmáticas. Por eso es el momento de adoptar rutinas preventivas que pueden evitar inhalar el polen, presente en el aire que se respira:
- En la medida de lo posible, debe evitarse salir a la calle en las horas en las que la concentración de polen es mayor: al amanecer y al atardecer. En cualquier caso, es preferible evitar los parques y jardines.
- Consultar diariamente cuál es la concentración de polen en la ciudad en que se vive (se puede hacer en la página de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica: www.polenes.com).
- Hay que tener siempre a mano los medicamentos recomendados por el alergólogo para hacer frente a los síntomas característicos de la alergia. Se deben utilizar siguiendo siempre sus indicaciones.
- Si se sale, utilizar gafas de sol para proteger los ojos del polen.
- Mantener las ventanas de casa cerradas para evitar la entrada del polen, especialmente si hace viento y sol. Bastan diez minutos para ventilar la casa, pero hay que hacerlo en el momento en que la concentración de polen es menor: a mediodía.
- Hay que extremar la limpieza y evitar la concentración de polvo en la casa.
- Si se dispone de aire acondicionado, deberá utilizarse un filtro especial para el polen.
- Si se utiliza el coche, hay que hacerlo siempre con las ventanillas subidas y poner un filtro de polen en el aire acondicionado.
- La ropa se debe tender en el interior de la casa para evitar que el polen se acumule sobre ella.
- Si se practica ejercicio físico regularmente, conviene hacerlo en casa o, de lo contrario, lejos de parques y jardines.
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En los días de mayor concentración de polen es conveniente darse una ducha al llegar a casa y cambiarse de ropa para eliminar todo el polen que se haya podido acumular sobre el pelo, la piel y la vestimenta.
Previsión ante la alergia
Además de todas estas medidas de prevención, las personas que saben que son alérgicas al polen deben ser previsoras e ir a la consulta del alergólogo meses antes de que llegue la primavera, incluso si han sido vacunados frente a su tipo de alergia. Las pruebas de sensibilidad permitirán en cada caso si es necesario o no vacunarse frente a los tipos de polen a los que se es alérgico, con el fin de minimizar los efectos de la polinización.