La bursitis es una afección inflamatoria que interesa a la bursa, una especie de saco lleno de líquido que permite disminuir la fricción del hueso con los tejidos blandos (músculos, tendones y piel) que envuelven las articulaciones (hombro, cadera, codo, tobillo, etc.) cuando se produce el movimiento de las mismas. Es una lesión frecuente en aquellas personas que por razones profesionales o deportivas utilizan de manera sistemática una determinada articulación.
Causas
La bursitis puede tener diferentes causas, que se pueden clasificar en dos grupos:
- traumáticas o mecánicas: lesiones causadas por movimientos reiterados de una misma articulación, golpes, sobrecargas musculares o presión prolongada y excesiva sobre la articulación
- sistémicas: lesiones asociadas a enfermedades como la artritis reumatoide, heridas, procesos infecciosos, diabetes o trastornos tiroideos
Asimismo, debe señalarse que las bursitis pueden ser agudas, cuando se manifiestan de forma repentina, o crónicas, como consecuencia de haber sufrido sucesivas bursitis agudas en una misma articulación.
Síntomas
Los síntomas de la bursitis son muy concretos y característicos:
- dolor en la zona de la articulación al presionar sobre ella o al moverla
- rigidez e incapacidad para realizar determinados movimientos
- inflamación
- sensación de calor
- enrojecimiento de la piel
- aumento de la cantidad de líquido contenido en la bursa
- en ocasiones puede cursar con fiebre, generalmente si la causa es sistémica.
Diferentes bursitis
El dolor varía en función de la articulación afectada y puede manifestarse de forma repentina o ganando intensidad de forma gradual:
- tendón de Aquiles anterior y posterior: en el primer caso afecta a la bursa que está por delante de la unión del tendón con la parte posterior del tobillo. En el segundo, en la unión del tendón con el calcáneo. En ambos casos una de las causas más frecuentes es el uso de un calzado inadecuado con un contrafuerte de la parte posterior demasiado rígido o elevado que ejerce una presión continua sobre el talón.
- cadera: la causa puede ser mecánica o reumática. Se puede evitar con un calzado blando y plano, bien ajustado.
- codo: se produce justo por debajo de la punta del codo, bien como consecuencia de un traumatismo, por un uso excesivo (tenis, pelota vasca o golf) o por tenerlo continuamente apoyado sobre una superficie dura
-
rodilla: en este caso puede ser medial, cuando afecta a la bursa situada en la parte interior de la rodilla; o prepatelar, cuando se produce la inflamación de la parte anterior de articulación, y que se da frecuentemente en personas que pasan mucho tiempo de rodillas.