La demencia es una enfermedad que afecta a las funciones cognitivas, a su comportamiento social e incluso al control de las emociones, incapacitando a la persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
La demencia es una enfermedad que afecta de manera progresiva las funciones neuronales del paciente que incluyen la memoria, el habla, el razonamiento, la compresión, el comportamiento y el control de las emociones.
Este deterioro incapacita al paciente para realizar las actividades habituales hasta llegar a una completa dependencia de sus cuidadores.
Atendiendo a su causa u origen, encontramos las demencias degenerativas primarias, secundarias o vasculares.
Demencias secundarias
Las demencias secundarias son las que se han producido debido a un trastorno neurológico que no es degenerativo. Pueden ser causadas por otras enfermedades de origen infeccioso, tumores cerebrales, endocrino-metabólico, toxicológico, fármacos, enfermedades de depósito como la porfiria, enfermedades neuronales como la esclerosis o la epilepsia, etc. Este tipo de demencia tiene una baja incidencia y pueden ser reversibles si se tratan a tiempo.
Demencia por cuerpos de Lewy
La demencia por cuerpos de Lewy es la segunda demencia más común de las demencias progresivas. Se produce por la formación de depósitos de proteínas en las neuronas, llamadas cuerpos de Lewy. Estas causan un deterioro cognitivo progresivo, similar al alzhéimer, lentitud de movimientos, rigidez articular y a veces temblor, rasgos psicóticos, como las alucinaciones visuales y fluctuaciones del estado cognitivo que afectan especialmente a la atención y concentración. Las fluctuaciones es uno de los rasgos destacables de esta demencia.
Demencia en la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neuronal degenerativo que evoluciona de forma lenta y afecta al sistema nervioso central. Su manifestación más característica son los temblores incontrolados y movimientos lentos. El deterioro cognitivo produce una demencia que afecta fundamentalmente a la atención, la función ejecutiva y/o visoespacial. Se puede asociar a rasgos de comportamiento como apatía, cambios de humor, delirios, alucinaciones, somnolencia diurna excesiva y alteraciones del sueño.
Demencia por enfermedad de Pick
La demencia por enfermedad de Pick es una enfermedad poco habitual que suele manifestarse entre los 45 y 60 años. No es común que comience antes de esa edad, sin embargo, cuanto antes comience peor evolución tiene. La esperanza de vida del paciente es de alrededor 6-7 años.
Pertenece al grupo de las demencias frontotemporales y sus síntomas son similares a la enfermedad de Alzheimer. Aunque destaca el comportamiento inapropiado en las primeras fases de la enfermedad, las alteraciones del leguaje y los problemas en el movimiento y control muscular del cuerpo.
Demencia en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es un trastorno degenerativo del cerebro que origina una demencia debido a la mutación de una proteína llamada prion, la cual es un agente infeccioso que afecta al cerebro y una encefalopatía espongiforme transmisible. Es una enfermedad que una vez que se manifiesta, su evolución es relativamente rápida, el deterioro mental se agudiza, se pierde la capacidad de hablar y de moverse. La esperanza de vida es entre 1 y 2 años.
Los síntomas iniciales de la demencia incluyen olvidos exagerados y errores inexplicables en tareas cotidianas. Con el tiempo, estos síntomas pueden agravarse, dando lugar a una pérdida significativa de memoria que afecta el pensamiento y el habla.
Si notas estos signos en un ser querido, es importante buscar ayuda profesional. En Sanitas Mayores, estamos aquí para brindarte el apoyo y la orientación necesarios para cuidar a quienes más lo necesitan.
La demencia es un término general que describe un conjunto de síntomas relacionados con el deterioro cognitivo que afecta la capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias. Entre los síntomas más comunes de la demencia se encuentran:
Pérdida de memoria: uno de los primeros signos de demencia suele ser la dificultad para recordar información reciente, como nombres, fechas o eventos recientes. Las personas con demencia también pueden repetir las mismas preguntas o historias varias veces.
Dificultad para concentrarse y tomar decisiones: la demencia puede afectar la capacidad de una persona para concentrarse en una tarea o seguir una conversación. También puede hacer que sea difícil tomar decisiones simples, como qué ropa ponerse o qué comer para el desayuno.
Cambios en el estado de ánimo y la personalidad: las personas con demencia pueden experimentar cambios repentinos en su estado de ánimo, como irritabilidad, apatía o depresión. También pueden mostrar cambios en su personalidad, volviéndose más reservadas o desconfiadas.
Dificultades para realizar tareas cotidianas: a medida que la demencia progresa, puede volverse cada vez más difícil para una persona realizar tareas cotidianas, como cocinar, limpiar o manejar las finanzas. Pueden tener dificultades para seguir instrucciones simples o recordar cómo realizar tareas que antes realizaban sin problemas.
Problemas con el lenguaje y la comunicación: la demencia puede afectar la capacidad de una persona para encontrar las palabras adecuadas al hablar o para entender lo que otros están diciendo. Pueden tener dificultades para seguir una conversación o pueden repetir las mismas palabras o frases una y otra vez.
Es importante tener en cuenta que los síntomas de la demencia pueden variar de una persona a otra y pueden progresar lentamente con el tiempo. Si usted o un ser querido está experimentando alguno de estos síntomas, es importante buscar ayuda médica para obtener un diagnóstico adecuado y explorar opciones de tratamiento y cuidado.
Un diagnóstico de demencia debe ser realizado siempre por profesionales especializados que sepan descartar la ocurrencia de otras enfermedades.
La relevancia del correcto diagnóstico de la demencia se basa, a nivel clínico, en el estudio etiológico, la decisión y tratamiento terapéutico y el soporte de la figura del cuidador principal y la familia. A nivel legal, pone de manifiesto la incapacitación legal o la valoración de la capacidad para la toma de decisiones.
Para hacer un diagnóstico preciso sobre la demencia es necesario realizar una evaluación médica y neuropsicológica. Se evalúa si la persona padece un deterioro cognitivo y su grado. Una vez confirmado, es necesario encontrar la causa para poder establecer el tratamiento más adecuado.