La delgadez corporal y de la piel, las prominencias óseas de los puntos en los que el cuerpo se apoya en función de cada postura y la escasa o nula movilidad son factores que condicionan la aparición de úlceras por presión, escaras o llagas en las personas mayores, especialmente si pasan mucho tiempo en la cama o sentadas.
úlceras por presión
- La cama y el sillón deben estar limpios, secos y libres de objetos o arrugas que puedan lesionar la piel del paciente.
- Cambios de postura: a un paciente en cama que no puede moverse por sí solo es necesario cambiarle de posición cada dos horas, rotando progresivamente su cuerpo, siempre con la misma programación, con el fin de ir cambiando los puntos de apoyo del cuerpo. Si el paciente está sentado hay que levantarlo durante unos segundos al menos una vez cada hora y alternar la inclinación lateral (derecha o izquierda) valiéndose de cojines para evitar que su cuerpo pueda deslizarse.
- Protección de prominencias óseas: en el mercado ortoprotésico existen numerosos productos de diferentes tamaños y materiales que permiten suavizar la presión sobre los puntos de apoyo (colchones, almohadas, cojines, protectores locales para talones, codos o rodillas etc.) distribuyendo el peso del enfermo.
- Movilización precoz: si el paciente tiene algo de movilidad y siempre teniendo en cuenta su estado general, se deben realizar movimientos pasivos (moverle piernas y brazos) y luego intentar que camine.
- Cuidados de la piel: el momento en que se asea al paciente o cuando se le cambia de postura hay que observar el estado de la piel en los puntos de apoyo y aplicar un masaje suave (utilizando, por ejemplo, una crema hidratante) con el fin de facilitar el riego sanguíneo de la zona y mantener así el color y la textura de la piel. Hay que evitar aplicar el masaje sobre las protuberancias óseas.
- Nutrición adecuada: una dieta equilibrada, rica en proteínas, vitaminas y minerales, así como una correcta hidratación del paciente son muy importantes tanto para la prevención de las úlceras por presión como para su curación. Es un fundamental vigilar la dieta de personas mayores que presenten depresión, problemas gastrointestinales, pérdida de apetito o cualquier otro problema que pueda reducir tanto la calidad como la cantidad de alimentos que ingieren.