Las personas que han sufrido acoso laboral van a necesitar con toda probabilidad apoyo psicológico para superar todas sus consecuencias y recuperar la normalidad en su vida familiar y en sus relaciones y sociales. Mientras lo sufren y cuando éste ha concluido, ya sea porque ha solicitado la baja laboral, ha dejado el empleo o ha denunciado a su acosador, se sienten frecuentemente solas y sin apoyos, aisladas en el lugar de trabajo y a menudo incomprendidas por su familia y entorno social.
Lo más importante es que las víctimas del acoso laboral adquieran conciencia real de lo que está sucediendo. A partir de ahí, deben saber que hay personas a las que pueden acudir. Una de ellas, quizás la más importante es su médico de atención primaria. Después de ponerle al corriente de la situación de acoso laboral, el podrá valorar la conveniencia de darle la baja laboral y determinar por cuánto tiempo debe mantenerse.
También podrá remitir a la víctima a un profesional (psicólogo o psiquiatra) más capacitado para iniciar un tratamiento y/o terapia. Y es importante que éste tenga experiencia en el tratamiento de las víctimas del acoso laboral, ya que en este caso el problema no está en el paciente por carecer de las habilidades sociales adecuadas o exagerar sus percepciones y emociones. Él no es culpable de nada, sino una víctima.
En este sentido, la terapia con el psicólogo tiene dos objetivos muy concretos:
- Ayudarle a conectar con sus necesidades y deseos internos.
- Hacer cicatrizar las “heridas” que el acoso ha originado en aspectos fundamentales de su vida: la pérdida de autoestima, el miedo a que se repita, la tendencia a aislarse, la ansiedad, la depresión, etc.
Para conseguirlos en la consulta del psicólogo se trabaja el pensamiento positivo, el control del estrés y la asertividad, para ayudar a la víctima del acoso laboral a tener un mayor control sobre sus relaciones sociales y laborales y podrá enfrentarse de forma eficaz a cualquier futura agresión a sus derechos personales.
acoso laboral
- Consuelo: en esta etapa de la terapia la familia tiene un papel importante. La víctima de un acoso laboral necesita ser consolada y sentir el cariño y apoyo de sus familiares. Pero también deberá aprender a cuidarse y a recuperar la autoestima.
- Compensación: la víctima siente la necesidad de resarcirse del dolor que le ha generado todo el proceso de acoso y es lógico tenga deseos de venganza en relación a su acosador, lo que implica, sin embargo, que éste continua ejerciendo su poder. Es necesario, por tanto, superar estos sentimientos. Y la mejor manera de hacerlo es denunciar al acosador, ante la empresa y los tribunales.
- Análisis: el siguiente paso de la terapia es ayudar a la víctima a que analice la manera en que le ha afectado el acoso laboral sufrido, cómo ha influido en su vida familiar, qué ha perdido y qué ha aprendido de la experiencia sufrida.
- Superación: todo lo anterior le llevará poco a poco a integrar en su vida esta experiencia tan negativa, como algo pasado de lo que se puede hablar sin avergonzarse ni sentirse culpable.
- Olvido: la fase de superación permite a la víctima aceptar el hecho de que el acoso laboral forma parte del pasado, lo que sin duda le permitirá sentirse compensado y el recuerdo de la experiencia empezará tener cada vez menor presencia en su vida.
Por último, debemos señalar que algunos profesionales no diagnostican ni tratan el acoso laboral de una manera adecuada. Piensan que la culpa es de la persona por carecer de las habilidades sociales adecuadas o que exagera en sus percepciones. En ocasiones, le recetan medicamentos que no necesita. Hay que ser muy consciente de que el acosado es una víctima y que el problema no está en él. Nadie merece ser maltratado en su puesto de trabajo y la culpabilización que el acosado, sus compañeros de trabajo o algunos profesionales realizan, sólo contribuirá a agravar el problema.