El diagnóstico precoz o prevención secundaria también se denomina cribado o screening. La prevención secundaria se basa en los cribados poblacionales. Su propósito es la detección y tratamiento de la enfermedad en estadíos muy precoces cuando aún no provoca síntomas.
Muchas enfermedades tienen una evolución clínica lenta durante la cual, a pesar de que la enfermedad ya existe, no produce ninguna manifestación (síntomas) que haga sospechar su presencia a la persona enferma. Esta fase de la enfermedad se dice que es asintomática. No obstante, en ocasiones es posible aplicar ciertas técnicas de diagnóstico que permiten demostrar la presencia de la enfermedad. Algunas enfermedades son congénitas, es decir, se nace con ellas, aunque pueden tardar varios años en “dar la cara”, incluso cuando el paciente ya es adulto (por ej. algunas cardiopatías). Otras enfermedades son adquiridas, surgen después del nacimiento, pero tardan en debutar (por ej. el cáncer) aunque evolucionan a lo largo de meses/años. Algunos procedimientos diagnósticos (por ej. la mamografía en el caso del cáncer de mama) permiten identificar estas lesiones cuando su portador aún no es consciente de ella.
Ventajas
- Disminuir la mortalidad por determinadas enfermedades que se pueden detectar en estadíos precoces.
- Se incrementan las posibilidades de éxito en el tratamiento.
- Disminuyen las complicaciones y secuelas de la enfermedad.
- Conocer la incidencia de algunas enfermedades que antes no se conocían, como por ejemplo en enfermedades congénitas. Al realizar las pruebas precoces a todos los recién nacidos, se puede conocer el número real de estas enfermedades.
- Disminuyen las complicaciones y secuelas del tratamiento.
- En muchos casos se consigue la restauración completa de la salud.
- Disminución del coste asistencial.
Inconvenientes
- Limitaciones técnicas: en ocasiones las técnicas de detección precoz no son completamente exactas. En ocasiones, el resultado es positivo pero luego se comprueba que no hay enfermedad (falso positivo). Ante un resultado positivo se deben realizar más pruebas complementarias. Por contra, en ocasiones se produce un falso negativo y un paciente enfermo no se diagnostica. Tanto la sensibilidad como la especificidad de todas las pruebas diagnósticas aceptadas en la clínica son muy altas y este inconveniente se compensa sobradamente con los beneficios conseguidos.
- Puede que se diagnostiquen cánceres que quizá nunca habrían evolucionado; el cáncer de próstata es el ejemplo más citado. Para intentar reducir al máximo el sobretratamiento actualmente se están considerando otros estudios más exhaustivos para valorar si ese cáncer diagnosticado puede o no llegar a evolucionar, y principalmente si está justificada una intervención cuando todas las pruebas realizadas indican que ese cáncer no tiene tendencia a evolucionar a peor.
- Efectos secundarios y complicaciones a causa de los tratamientos (son raros).
- Carga psicológica y emocional durante el período de tiempo que dura la emisión de un diagnóstico.
Indicaciones
La prevención secundaria se basa en los cribados poblacionales y para aplicar éstos, han de cumplirse unas condiciones predeterminadas definidas en 1975 por Frame y Carslon para justificar el "screening" de una patología que son:
1. Que la enfermedad represente un problema de salud importante con un marcado efecto en la calidad y duración del tiempo de vida.
2. Que la enfermedad tenga una etapa inicial asintomática prolongada y se conozca su historia natural.
3. Que se disponga de un tratamiento eficaz y aceptado por la población en caso de encontrar la enfermedad en estadio inicial.
4. Que se disponga de una prueba de cribado rápida, segura, fácil de realizar, con alta sensibilidad, especificidad, alto valor predictivo positivo, y bien aceptada por médicos y pacientes.
5. Que la prueba de cribado tenga una buena relación coste-efectividad.
6. Que la detección precoz de la enfermedad y su tratamiento en el periodo asintomático disminuya la morbilidad y mortalidad global o cada una de ellas por separado.