En España se producen aproximadamente unos 700.000 accidentes domésticos al año, es decir, algo menos de 2.000 diarios. Más de la mitad son caídas. El resto son mayoritariamente heridas, asfixias y quemaduras.
Las partes del cuerpo más implicadas en dichos accidentes son las piernas (40%), brazos (35%) y cabeza (15%). Es obvio decir que los grupos de población de mayor riesgo son los niños (sobre todo, los menores de 4 años) y los ancianos. "Básicamente, para evitar accidentes y reducir los factores de riesgo los padres tienen que saber orientar la curiosidad, frenar la desobediencia, y combatir la ignorancia de sus hijos". Vamos a centrar nuestra atención sobre los primeros, los más pequeños de la casa, pues España es el segundo país europeo en número de accidentes infantiles.
Aún a pesar de este alto nivel de accidentes, España es el segundo país del mundo con menor índice de mortandad infantil. Lo que no quita para que, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, según datos de 1998, uno de cada cuatro fallecimientos de niños fuera debido a accidentes en el hogar.
Los accidentes domésticos son la primera causa de mortalidad infantil así como el motivo más frecuente de consulta en los Servicios de Urgencias durante la infancia. Dichos accidentes suelen estar provocados por tres tipos de factores: naturales, psicológicos y circunstanciales.
Los factores naturales hacen referencia a las actitudes previsibles en los niños, como la curiosidad, el impulso de autonomía, el desconocimiento del riesgo ante situaciones de peligro, o la imitación de conductas.
Con respecto a los factores psicológicos, los niños con problemas emocionales debidos a situaciones conflictivas en la familia tienden a sentirse privados de afecto y devaluados, lo que les lleva a relajar u obviar medidas de autoprotección o de autocuidado de su cuerpo.
Por último, en relación a los factores circunstanciales, cabe decir que cuando se reciben o se hacen visitas, en las mudanzas o durante la estancia en el domicilio vacacional, el niño suele sufrir una cierta desorientación que conlleva una mayor posibilidad de accidentes domésticos.
Por todo lo citado anteriormente, y por el hecho de que la mayoría de los accidentes son previsibles y, por tanto evitables, es básico tener a mano y cumplir estrictamente una serie de consejos básicos a la hora de convivir con niños, así como conocer los factores de riesgo asociados a las diferentes etapas del crecimiento infantil.
Etapas del crecimiento y factores de riesgo
- Hasta 1 año. Exploración. El niño empieza a llevarse las manos a la boca, a sentarse, a gatear, a andar. Es básico en esta fase inicial de "exploración" del entorno extremar las medidas de seguridad, sobre todo, en el cuarto de baño y en la cocina, los dos lugares con mayor frecuencia de accidentes domésticos. Durante esta fase y la siguiente el niño necesita una vigilancia permanente, decreciendo en intensidad conforme el niño crece.
- De 1 a 4 años. Investigación. De la exploración el niño pasa a la "investigación", es el momento de empezar a correr y trepar. Hay que vigilarle permanentemente, enseñarle la existencia de situaciones peligrosas así como aconsejarle sobre la actitud correcta para reducir riesgos.
- De 5 a 7 años. Autonomía. El niño es cada vez más autónomo, sale a jugar a la calle y ya no suele ir acompañado de los padres al colegio. Los peligros de accidentes se desplazan progresivamente de la casa al exterior, por lo que es muy importante la educación, sobre todo, la vial.
- De 7 a 12 años. Experimentación. Es el momento de empezar a vivir las cosas "por su cuenta": amigos, deportes, salir en bici, jugar por el barrio,... Por ello, es muy importante el establecimiento de unas reglas de convivencia y disciplina, así como, por otro lado, la enseñanza del peligro de ciertos juegos o del manejo de herramientas.
Prevención de accidentes
Básicamente, para evitar accidentes y reducir los factores de riesgo los padres tienen que saber orientar la curiosidad, frenar la desobediencia, y combatir la ignorancia de sus hijos. La mejor herramienta para todo ello es un buen consejo a tiempo.
Caídas y traumatismos
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No dejes a tu hijo solo, ni siquiera por un momento, sobre una superficie elevada (por ejemplo, cuando le estás cambiando el pañal).
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No le dejes en una mecedora sobre una mesa, ya que el balanceo puede hacer que se caiga.
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Si en tu casa hay escaleras, pon puertas de seguridad en la parte alta y baja y manténlas libres de obstáculos que puedan hacerle tropezar, especialmente juguetes o una alfombra arrugada. Arregla los pasamanos que estén sueltos.
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Mantén las ventanas cerradas y pon cerraduras especiales a prueba de niños, que sólo permitan su apertura limitada. Para los cristales de las puertas deberías usar vidrio laminado o resistente.
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Quita de su alcance todos los objetos de cristal, cerámica y los objetos pesados, ya que son una tremenda tentación para sus manitas. Aún mejor, guárdalos bajo llave.
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La televisión a veces está colocada sobre una base que puede tambalearse; asegúrate que el niño no puede empujarla.
Intoxicaciones
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Mantén las medicinas, los productos de limpieza líquidos, la lejía, las pastillas de detergente y todos los demás productos similares fuera de la vista y del alcance de los niños, si es posible en un cajón cerrado con llave.
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Procura comprar marcas que tengan cierres o tapas a prueba de niños.
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Conserva los productos de limpieza líquidos y la lejía en sus envases originales, que son los que identifican claramente el contenido. No los viertas en envases inapropiados, como una lata de galletas o un tarro de mermelada, dada la baja probabilidad de que tengan cierres de seguridad. Otra razón para mantener los envases originales es evitar que los niños pequeños, e incluso los adultos, lleguen a confundirse.
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Elimina de forma segura los envases utilizados y las últimas gotas del contenido.
Quemaduras
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Mantén las cerillas y los mecheros fuera de la vista y del alcance de los niños.
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Si tienes chimenea, utiliza siempre una pantalla protectora. Fíjala a la pared de forma que no se pueda quitar o empujar.
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Coloca una alarma antihumo y comprueba regularmente las pilas.
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Pon un extintor en la cocina y házlo revisar anualmente.
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No cojas al niño cuando tengas una bebida caliente en la mano.
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Mantén fuera de su alcance todas las bebidas calientes.
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Mantén a los niños fuera de la cocina siempre que sea posible
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Al cocinar, utiliza las placas de atrás y pon las asas hacia dentro; pocas cosas hay tan tentadoras para los niños como las asas que asoman de la cocina.
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Comprueba la temperatura del agua del baño o de la ducha, incluso si tu hijo ya ha dejado de ser un bebé. Enséñales a que también lo comprueben ellos.
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Mantén la plancha fuera del alcance de los niños, incluso cuando ya la has usado puede seguir caliente.
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Asegúrate de comprar una secadora que no se pueda abrir cuando se está utilizando y que no se ponga en funcionamiento automáticamente cuando se cierra la puerta.
Ahogamiento, asfixia y estrangulamiento
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Los bebés y los niños tienen un deseo natural e innato de meterse cosas en la boca y frecuentemente también en los oídos o en la nariz, por lo que tienes que vigilarlos permanentemente, sobre todo, durante los tres primeros años de vida.
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Nunca dejes solo a tu hijo cerca del agua; pueden bastar menos de tres centímetros de agua para que un niño se ahogue.Esta sugerencia es aplicable también a cubos de agua, regaderas, incluso el agua para los animales de compañía (ponle la menor cantidad de agua posible sin que le perjudique).
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Es una buena idea poner en la bañera o en la ducha una alfombrilla antideslizante.
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Cuando compres juguetes, comprueba que no tienen elementos pequeños que el niño pueda meterse en la boca y tragar. Sigue las instrucciones de uso.
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Los niños pueden asfixiarse con cualquier cuerda o cordón, por lo tanto, asegúrate que los cordones de las cortinas y de las persianas están fuera de su alcance.
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Los animales, especialmente los gatos, se pueden sentar sobre los niños en un intento de mantenerles con calor. Déjalos fuera de la habitación cuando el niño esté durmiendo.
Heridas
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Guarda bajo llave los cuchillos, las cuchillas de afeitar, las herramientas de bricolaje y los estuches de costura.
Accidentes de tráfico
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Coloca a los niños en sillas especiales fijadas a la estructura de los asientos o en los asientos traseros con el cinturón de seguridad puesto cuando el vehículo los tenga disponibles.
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No sientes a los niños en el asiento delantero ni en brazos de un adulto.
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Camina con ellos por las aceras evitando el juego y prestando especial atención a las entradas y salidas a garajes, así como a los pasos de cebra.
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Acompaña a los niños en su trayecto respetando como peatón y como conductor las normas de seguridad vial.
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Haz que utilicen protectores corporales para vehículos infantiles como la bicicleta, los patines o el monopatín, asegurándote previamente que están en buen estado.
Lesiones por electricidad
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Tapa con enchufes especiales las tomas de corriente que no usas normalmente (los puedes adquirir en ferreterías y en muchos supermercados; también podrás comprar las versiones que disponen de una luz de noche).
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Vigila permanentemente cualquier aparato eléctrico que esté encendido.
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Evita los cables empalmados.
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No dejes alargaderas enchufadas una vez utilizadas.
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Enseña a los niños a no tocar enchufes si están descalzos con las manos o los pies mojados.
Lesiones en los parques
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Escoge una zona de juego con suelo de arena o caucho, o con césped.
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Evita que los niños se excedan en los columpios, o que corran alrededor de los mismos.
- Mantén las medicinas, los productos de limpieza líquidos, la lejía, las pastillas de detergente y todos los demás productos similares fuera de la vista y del alcance de los niños, si es posible en un cajón cerrado con llave.
- Procura comprar marcas que tengan cierres o tapas a prueba de niños.
- Conserva los productos de limpieza líquidos y la lejía en sus envases originales, que son los que identifican claramente el contenido. No los viertas en envases inapropiados, como una lata de galletas o un tarro de mermelada, dada la baja probabilidad de que tengan cierres de seguridad. Otra razón para mantener los envases originales es evitar que los niños pequeños, e incluso los adultos, lleguen a confundirse.
- Elimina de forma segura los envases utilizados y las últimas gotas del contenido.
Quemaduras
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Mantén las cerillas y los mecheros fuera de la vista y del alcance de los niños.
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Si tienes chimenea, utiliza siempre una pantalla protectora. Fíjala a la pared de forma que no se pueda quitar o empujar.
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Coloca una alarma antihumo y comprueba regularmente las pilas.
-
Pon un extintor en la cocina y házlo revisar anualmente.
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No cojas al niño cuando tengas una bebida caliente en la mano.
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Mantén fuera de su alcance todas las bebidas calientes.
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Mantén a los niños fuera de la cocina siempre que sea posible
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Al cocinar, utiliza las placas de atrás y pon las asas hacia dentro; pocas cosas hay tan tentadoras para los niños como las asas que asoman de la cocina.
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Comprueba la temperatura del agua del baño o de la ducha, incluso si tu hijo ya ha dejado de ser un bebé. Enséñales a que también lo comprueben ellos.
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Mantén la plancha fuera del alcance de los niños, incluso cuando ya la has usado puede seguir caliente.
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Asegúrate de comprar una secadora que no se pueda abrir cuando se está utilizando y que no se ponga en funcionamiento automáticamente cuando se cierra la puerta.
Ahogamiento, asfixia y estrangulamiento
-
Los bebés y los niños tienen un deseo natural e innato de meterse cosas en la boca y frecuentemente también en los oídos o en la nariz, por lo que tienes que vigilarlos permanentemente, sobre todo, durante los tres primeros años de vida.
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Nunca dejes solo a tu hijo cerca del agua; pueden bastar menos de tres centímetros de agua para que un niño se ahogue.Esta sugerencia es aplicable también a cubos de agua, regaderas, incluso el agua para los animales de compañía (ponle la menor cantidad de agua posible sin que le perjudique).
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Es una buena idea poner en la bañera o en la ducha una alfombrilla antideslizante.
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Cuando compres juguetes, comprueba que no tienen elementos pequeños que el niño pueda meterse en la boca y tragar. Sigue las instrucciones de uso.
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Los niños pueden asfixiarse con cualquier cuerda o cordón, por lo tanto, asegúrate que los cordones de las cortinas y de las persianas están fuera de su alcance.
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Los animales, especialmente los gatos, se pueden sentar sobre los niños en un intento de mantenerles con calor. Déjalos fuera de la habitación cuando el niño esté durmiendo.
Heridas
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Guarda bajo llave los cuchillos, las cuchillas de afeitar, las herramientas de bricolaje y los estuches de costura.
Accidentes de tráfico
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Coloca a los niños en sillas especiales fijadas a la estructura de los asientos o en los asientos traseros con el cinturón de seguridad puesto cuando el vehículo los tenga disponibles.
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No sientes a los niños en el asiento delantero ni en brazos de un adulto.
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Camina con ellos por las aceras evitando el juego y prestando especial atención a las entradas y salidas a garajes, así como a los pasos de cebra.
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Acompaña a los niños en su trayecto respetando como peatón y como conductor las normas de seguridad vial.
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Haz que utilicen protectores corporales para vehículos infantiles como la bicicleta, los patines o el monopatín, asegurándote previamente que están en buen estado.
Lesiones por electricidad
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Tapa con enchufes especiales las tomas de corriente que no usas normalmente (los puedes adquirir en ferreterías y en muchos supermercados; también podrás comprar las versiones que disponen de una luz de noche).
-
Vigila permanentemente cualquier aparato eléctrico que esté encendido.
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Evita los cables empalmados.
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No dejes alargaderas enchufadas una vez utilizadas.
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Enseña a los niños a no tocar enchufes si están descalzos con las manos o los pies mojados.
Lesiones en los parques
-
Escoge una zona de juego con suelo de arena o caucho, o con césped.
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Evita que los niños se excedan en los columpios, o que corran alrededor de los mismos.
- Los bebés y los niños tienen un deseo natural e innato de meterse cosas en la boca y frecuentemente también en los oídos o en la nariz, por lo que tienes que vigilarlos permanentemente, sobre todo, durante los tres primeros años de vida.
- Nunca dejes solo a tu hijo cerca del agua; pueden bastar menos de tres centímetros de agua para que un niño se ahogue.Esta sugerencia es aplicable también a cubos de agua, regaderas, incluso el agua para los animales de compañía (ponle la menor cantidad de agua posible sin que le perjudique).
- Es una buena idea poner en la bañera o en la ducha una alfombrilla antideslizante.
- Cuando compres juguetes, comprueba que no tienen elementos pequeños que el niño pueda meterse en la boca y tragar. Sigue las instrucciones de uso.
- Los niños pueden asfixiarse con cualquier cuerda o cordón, por lo tanto, asegúrate que los cordones de las cortinas y de las persianas están fuera de su alcance.
- Los animales, especialmente los gatos, se pueden sentar sobre los niños en un intento de mantenerles con calor. Déjalos fuera de la habitación cuando el niño esté durmiendo.
Heridas
-
Guarda bajo llave los cuchillos, las cuchillas de afeitar, las herramientas de bricolaje y los estuches de costura.
Accidentes de tráfico
-
Coloca a los niños en sillas especiales fijadas a la estructura de los asientos o en los asientos traseros con el cinturón de seguridad puesto cuando el vehículo los tenga disponibles.
-
No sientes a los niños en el asiento delantero ni en brazos de un adulto.
-
Camina con ellos por las aceras evitando el juego y prestando especial atención a las entradas y salidas a garajes, así como a los pasos de cebra.
-
Acompaña a los niños en su trayecto respetando como peatón y como conductor las normas de seguridad vial.
-
Haz que utilicen protectores corporales para vehículos infantiles como la bicicleta, los patines o el monopatín, asegurándote previamente que están en buen estado.
Lesiones por electricidad
-
Tapa con enchufes especiales las tomas de corriente que no usas normalmente (los puedes adquirir en ferreterías y en muchos supermercados; también podrás comprar las versiones que disponen de una luz de noche).
-
Vigila permanentemente cualquier aparato eléctrico que esté encendido.
-
Evita los cables empalmados.
-
No dejes alargaderas enchufadas una vez utilizadas.
-
Enseña a los niños a no tocar enchufes si están descalzos con las manos o los pies mojados.
Lesiones en los parques
-
Escoge una zona de juego con suelo de arena o caucho, o con césped.
-
Evita que los niños se excedan en los columpios, o que corran alrededor de los mismos.
- Coloca a los niños en sillas especiales fijadas a la estructura de los asientos o en los asientos traseros con el cinturón de seguridad puesto cuando el vehículo los tenga disponibles.
- No sientes a los niños en el asiento delantero ni en brazos de un adulto.
- Camina con ellos por las aceras evitando el juego y prestando especial atención a las entradas y salidas a garajes, así como a los pasos de cebra.
- Acompaña a los niños en su trayecto respetando como peatón y como conductor las normas de seguridad vial.
- Haz que utilicen protectores corporales para vehículos infantiles como la bicicleta, los patines o el monopatín, asegurándote previamente que están en buen estado.
Lesiones por electricidad
-
Tapa con enchufes especiales las tomas de corriente que no usas normalmente (los puedes adquirir en ferreterías y en muchos supermercados; también podrás comprar las versiones que disponen de una luz de noche).
-
Vigila permanentemente cualquier aparato eléctrico que esté encendido.
-
Evita los cables empalmados.
-
No dejes alargaderas enchufadas una vez utilizadas.
-
Enseña a los niños a no tocar enchufes si están descalzos con las manos o los pies mojados.
Lesiones en los parques
-
Escoge una zona de juego con suelo de arena o caucho, o con césped.
-
Evita que los niños se excedan en los columpios, o que corran alrededor de los mismos.
- Escoge una zona de juego con suelo de arena o caucho, o con césped.
- Evita que los niños se excedan en los columpios, o que corran alrededor de los mismos.
Lesiones por animales
- Evita el contacto con animales abandonados.
- Educa a los niños en el respeto por los animales.
- Enséñale a cumplir las obligaciones relativas a la posesión de animales.
Botiquín en casa
Ten siempre en casa un botiquín. Ha de estar a mano y lo más completo posible. Es básico que tenga: gasas esterilizadas, tiritas, esparadrapo, vendas, algodón, alcohol, agua oxigenada, desinfectante, tijeras, pomada antiinflamatoria y pinzas (para la extracción, por ejemplo, de astillas).
Ante una urgencia
No olvides que ante un accidente doméstico que requiera cierta gravedad, has de llamar al teléfono de urgencias sanitarias 112 o al 061, o bien, acudir al centro médico más cercano.
Redactado por Bupa.com. Adaptado y traducido por Sanitas bajo la supervisión médica del Dr. Ignacio Orive.