La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de zonas enrojecidas, irritadas, engrosadas y que descaman, preferentemente en codos, rodillas, cuero cabelludo y parte media del cuerpo. Es una afección más común de lo que generalmente se cree y se inicia entre los 15 y los 35 años.
Además de la aparición de las placas, que es el síntoma más evidente, la psoriasis puede causar picores en las zonas afectadas, dolor en las articulaciones, lesiones en la zona genital de los hombres, caspa y alteración de la forma y coloración de las uñas.
Se cree que la psoriasis es un trastorno del sistema inmunológico y que tiene un componente hereditario, por lo que en ningún caso es una enfermedad contagiosa. Sin embargo, hay factores de pueden generar brotes y dificultar su tratamiento:
- Infecciones de las vías respiratorias altas.
- Clima seco.
- Lesiones causadas de la piel.
- Estrés.
- Escasa exposición al sol.
- Quemaduras solares.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Algunos medicamentos.
- Enfermedades o tratamientos que debilitan el sistema inmunitario.
Los dermatólogos diferencian cinco tipos de psoriasis:
- Eritrodérmica: la zona afectada es amplia y presenta un intenso enrojecimiento.
- En gotas: se forman pequeñas manchas de coloración suave.
- Inversa: afecta a los grandes pliegues de la piel (axilas, ingle y los pliegues característicos de las personas obesas).
- En placa: es el más frecuente y se caracteriza por la formación de placas de piel engrosada y enrojecida cubiertas por escamas blanquecinas.
- Pustular: se forman ampollas blancas rodeadas de piel irritada y enrojecida.
Tratamiento de la psoriasis
En la actualidad, la psoriasis no tiene cura, por lo que el objetivo de los diferentes tratamientos disponibles en el de controlar los síntomas cuando se producen brotes y evitar que se produzcan infecciones. Existen fármacos específicos (de uso tópico y por vía oral) para controlar los brotes y recientemente se han incorporado al arsenal terapéutico una serie de medicamentos biológicos que se utilizan cuando no hay respuesta terapéutica. También se pueden utilizar productos de higiene especiales. Por último la exposición a la radiación ultravioleta (fototerapia) mejora significativamente las lesiones cutáneas características de la psoriasis.