dolor crónico
- Analgésicos periféricos, a los que pertenecen los de uso más frecuente, como los salicilatos y los antiinflamatorios no esteroideos.
- Analgésicos opioides débiles. Son derivados de los opiáceos pero de acción debil, como la codeína, la dihidrocodeína y el tramadol.
- Analgésicos opioides potentes, al que pertenecen la morfina y la metadona.
- Hidroterapia.
- Fisioterapia.
- Aplicaciones alternantes de calor y frío.
- Hipnosis.
- Estimulación eléctrica.
- Bloqueo nervioso con una solución inyectable.
- Apoyo psicológico, etc.