El término fotodepilación empezó a utilizarse con la llegada de los primeros tratamientos de depilación por luz, que por otra parte es su significado real. La cuestión es que en la actualidad se disponde de dos sistemas de depilación que utilizan la luz para eliminar el vello: la luz pulsada de alta intensidad (IPL) y la luz láser, siendo esta última la más utilizada. De ahí que el paso del tiempo y la proliferación de láseres destinados a este fin, el término de fotodepilación se circunscriba únicamente a la depilación por IPL, aun cuando originalmente incluya también a la depilación láser.
Hecha esta salvedad, las diferencias entre fotodepilación y depilación láser vienen dadas por las características de los aparatos que se utilizan en cada caso.
Fotodepilación
Los equipos de IPL se basan en el uso de una luz mixta que se compone de diferentes tipos de fotones que viajan a diferentes longitudes de onda, de 590 a 1.200 nanometros. Esta luz se comporta como la que emite una bombilla normal, ya que se desplaza en todas direcciones, por lo que para controlar el tipo de luz que debe aplicarse es necesaria la utilización de filtros específicos.
Esto hace que estos equipos sean menos precisos, aunque más versátiles, por lo que en ocasiones su uso resulta más eficaz que el láser, especialmente en el tipo de piel (color) y pelo (color y calibre) en los que éste no es eficaz. Pero pueden producir una mayor irritación de la piel.
Los tratamientos de depilación con IPL (fotodepilación) tienen la ventaja de que se pueden ajustar a las características de cada persona, dependiendo del fototipo de piel, el color y calibre del vello, la extensión a tratar, el sexo, la edad y el momento hormonal. En la fotodepilación, son necesarias varias sesiones para eliminar la totalidad del vello, ya que en cada una de ellas sólo se elimina el 30-40%, que se cae gradualmente transcurridas de una a tres semanas.
La versatilidad de los actuales equipos de IPL permite la fotodepilación en pieles oscuras y bronceadas, protegiéndolas y manteniéndolas frescas gracias al uso de un gel protector, lo que aumenta la seguridad del tratamiento y lo hace indoloro, siendo los resultados visibles desde el primer momento y pudiéndose realizar en distintas zonas del cuerpo en una sola sesión.
Depilación láser
El láser es más preciso que el IPL, pero ello obliga a que deba utilizarse un láser específico las características de la piel y el color y calibre del vello que se desea eliminar. Y ello obliga a disponer de diferentes tipos de láser para poder abarcar los distintos tipos de paciente.
Aún así, su principal ventaja es que inciden directamente sobre el folículo capilar y no suelen afectar al tejido circundante, aunque en la mayoría de los casos el tratamiento causa molestias significativas durante su aplicación y el riesgo de efectos adversos posteriores es mayor. Otra de las desventajas es que sólo puede tratarse pequeñas zonas en cada sesión, aunque con mayor efectividad que el IPL.