La diabetes puede aparecer durante el embarazo, aunque la futura madre no haya tenido nunca esta enfermedad.
Es la denominada diabetes gestacional, y afecta al 2-3% de las mujeres embarazadas. Si no se controla debidamente, puede ocasionar problemas a la madre o a su hijo.
- ¿Qué es la diabetes gestacional?
- ¿Cuáles son las causas de la diabetes gestacional?
- Factores de riesgo
- Síntomas
- Los efectos de la diabetes gestacional
- Cómo diagnosticar la diabetes gestacional
- Tratamiento
- Después del parto
- Prevención
¿Qué es la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional es una alteración de l metabolismo de los hidratos de carbono que aparece durante el embarazo porque el cuerpo de la madre no es capaz de producir una cantidad suficiente de insulina. La insulina es una hormona que ayuda al organismo a descomponer el azúcar (glucosa) para utilizarla como energía. Cuando la insulina es insuficiente, aumenta la cantidad de azúcar en la sangre.
La concentración elevada de azúcar en la sangre de la madre pasa al bebé en desarrollo a través de la placenta, lo que puede provocar problemas de salud.
Normalmente, la diabetes gestacional comienza en la segunda mitad del embarazo y desaparece después del parto, lo que la diferencia de las formas más comunes de diabetes, que cuando aparecen, son permanentes (aunque hasta el 30% de las que la han sufrido pueden llegar a ser diabéticas en el futuro).
¿Cuáles son las causas de la diabetes gestacional?
Se desconoce la causa de la diabetes gestacional. Se cree que las hormonas que se producen durante el embarazo bloquean la acción de la insulina. Si el cuerpo de la madre no puede fabricar una cantidad suficiente de insulina adicional para contrarrestar este bloqueo, aparece la enfermedad.
Aunque no existe ninguna razón contundente que explique la aparición de la diabetes gestacional, el riesgo de las mujeres aumenta cuando:
- Tienen antecedentes familiares de diabetes de tipo II (que aparece en la edad adulta)
- Tienen más de 35 años
- Son obesas
- Han dado a luz previamente a un bebé grande o con alguna anomalía
- Han tenido un parto con un bebé muerto
- Aparece glucosa en su orina (glucosuria)
En la mayoría de los casos, la diabetes gestacional no provoca síntomas. No obstante, algunas mujeres presentan los síntomas característicos de un alto nivel de azúcar en sangre, como mucha sed, mayor necesidad de orinar y aumento del apetito, aunque, al fin y al cabo, estas molestias también son comunes a lo largo del embarazo.
Los efectos de la diabetes gestacional
-
Efectos sobre el feto durante el embarazo
Un alto nivel de azúcar en la sangre puede hacer que el bebé crezca más, lo que dificulta el parto y puede causar lesiones tanto a la madre como al bebé. En algunos casos, es necesario realizar una cesárea.
-
Efectos sobre el bebé después del parto
Es posible que el bebé tenga un nivel bajo de azúcar en la sangre nada más nacer (hipoglucemia), debido a que su páncreas fabrica insulina en exceso como respuesta a la concentración elevada de azúcar en la sangre de la madre. Poco después del parto, puede que el niño siga fabricando insulina de más, aunque ya no presentará un nivel elevado de azúcar en la sangre.
Cuando la madre ha tenido diabetes gestacional, se comprueba con regularidad el nivel de azúcar en la sangre del recién nacido. A veces, se administra pronto a los niños una solución de azúcar (glucosa) a través de un gotero (directamente en vena) para corregir el descenso del nivel de azúcar.Lo más probable es que el recién nacido tenga ictericia (color amarillento de la piel y de la parte blanca de los ojos). No es nada grave y suele desaparecer en unas semanas, sin necesidad de tratamiento médico.
Existe un mayor riesgo de que el niño nazca con problemas congénitos, como un defecto del corazón. Algunos bebés nacen con síndrome de dificultad respiratoria: el bebé tiene problemas para respirar porque sus pulmones no han madurado con normalidad. Suele desaparecer con el tiempo.También aumentan ligeramente las posibilidades de que el niño nazca muerto o de que muera al poco de nacer, pero esta situación es rara si la diabetes se detecta a tiempo y se controlan y tratan los niveles de glucosa.
A veces aumenta el riesgo de que con posterioridad sufra diabetes de tipo II o de que tenga sobrepeso en un futuro. -
Efectos para la madre
La diabetes gestacional no supone ninguna amenaza inmediata para la salud de la madre, si es debidamente controlada. Casi todas las mujeres con diabetes gestacional que mantienen los niveles de azúcar en sangre dentro de los límites normales dan a luz sin complicaciones. Sin embargo, en algunas mujeres se detecta un aumento de la presión arterial.
Las mujeres con diabetes gestacional son más propensas a padecer esta afección en los embarazos posteriores, y también corren un mayor riesgo de sufrir diabetes de tipo II en años futuros.
Cómo diagnosticar la diabetes gestacional
Dado la inexistencia de síntomas, la única forma de confirmar la diabetes gestacional consiste en realizar una prueba de tolerancia a la glucosa, que se lleva a cabo después de permanecer ocho horas en ayunas (Test de O¨Sullivan). La futura mamá ha de beber una solución de glucosa y después se le extraen muestras de sangre con distintos intervalos para comprobar cómo reacciona el cuerpo a la glucosa.
Por ello, la estrategia para intentar diagnosticar el mayor número de diabetes gestacionales es dividir a las gestantes ya desde la primera visita en tres grupos de riesgo.
Según el riesgo se realizan diferentes pruebas:
- Mujeres de riesgo bajo: tienen menos de 25 años, normopeso, no hay antecedentes familiares ni personales de diabetes, ni obstétricos de riesgo. Suanalítica básica de sangre y orina es normal. En este grupo es necesario realizar despistaje de diabetes gestacional.
- Mujeres de riesgo moderado: tienen más de 25 años, pero ningún otro factor de riesgo. El despistaje es un test de O'Sullivan entre las semanas 24-28 de gestación.
- Mujeres de riesgo alto: tienen uno o más de los siguientes factores de riesgo: obesidad, antecedentes personales previos de diabetes gestacional o de anomalías fetales, antecedentes familiares de diabetes en primer grado o alteraciones analíticas (glucosuria). El despistaje se realiza también con el test de O'Sullivan, pero se repite a las 32-36 semanas del embarazo.
A lo largo del embarazo, se realizan análisis de orina sistemáticos para medir el azúcar y, si el azúcar de la sangre aumenta, suele detectarse entre las 24 y las 28 semanas de gestación.
Si tu historia clínica indica que corres un mayor riesgo de padecer diabetes o si estás preocupada porque presentas alguno de los síntomas citados anteriormente, debes acudir a tu médico.
-
Autoayuda
La parte más importante del tratamiento consiste en controlar el nivel de azúcar en la sangre. Para ello, muchas mujeres tienen que medir dicho nivel con regularidad, seguir una dieta cuidadosa y practicar ejercicio regular.
Las farmacias venden glucómetros que son aparatos para medirse la glucosa en casa. Los más habituales incorporan un dispositivo para pincharse y extraer una pequeña gota de sangre. Se pone la sangre en una tira y se introduce en el glucómetro, que indica el nivel de glucosa en sangre.Por lo general, los médicos recomiendan efectuar dicho análisis una vez por semana, aunque algunas mujeres deben hacerlo con más frecuencia. La glucosa se mide por la mañana, antes de desayunar, y otra vez dos horas después del desayuno. En algunos casos, también es necesario comprobar los niveles a media tarde.
Puedes pedir consejo al médico o a un dietista sobre los alimentos que puedes comer y en qué cantidad. La dieta recomendada constará probablemente de alimentos variados e incluirá abundancia de fécula, como pan, pasta, arroz y patatas, y al menos cinco porciones de fruta y hortalizas al día.Es importante que limites el consumo de dulces, como galletas, pasteles y refrescos. Además, es recomendable seguir una dieta pobre en grasas, evitando los productos lácteos sin descremar, como la mantequilla y la nata, y limitando la carne grasa, las empanadas, los embutidos y las hamburguesas. Cocina los alimentos a la plancha, al vapor o en el microondas, en lugar de freírlos o asarlos, ya que así reducirás la grasa durante la preparación.
Practica ejercicio suave con regularidad, como caminar, para así reducir los niveles de azúcar y favorecer la sensación de bienestar. El médico o la matrona te recomendarán el ejercicio más adecuado durante el embarazo. -
Medicamentos
A pesar de estos cambios del estilo de vida, algunas mujeres siguen teniendo el nivel de azúcar demasiado alto y pueden necesitar inyecciones diarias de insulina. Esta cantidad adicional de insulina no atraviesa la placenta y no afecta al bebé. Si necesitas tomar insulina, el médico o la enfermera te enseñarán a pincharte.
Es posible que el nivel de insulina aumente demasiado, lo que puede provocar un descenso del azúcar de la sangre (hipoglucemia). Los síntomas más comunes son debilidad, temblores, hambre y sudoración. Si usas insulina, procura llevar siempre contigo algún tentempié como caramelos o barritas de chocolate en caso de que tengas una bajada de azúcar.
En la mayoría de los casos, la diabetes gestacional desaparece por sí sola después del parto, aunque hasta un 30 % pueden llagar a ser diabéticas en el futuro. Para confirmarlo, el médico comprueba el nivel de azúcar de la madre varias veces después del parto.
Para ayudar a reducir el riesgo de sufrir diabetes gestacional, te recomendamos que sigas algunos consejos para llevar una vida sana: come una dieta equilibrada, practica ejercicio con regularidad y procura mantener el peso correcto para tu estatura.
Artículo publicado el día 02/11/2004
Redactado por sanitas.es bajo la supervisión médica del Dr. Ignacio Orive, Director de Calidad Asistencial de Sanitas.
Actualizado por tuotromedico.com. Octubre 2007.